Red Bull sí cree en las segundas oportunidades
Jack Doohan, hijo del campeón australiano de 500cc, continuará un año más en la F3 gracias al patrocinador energético y pese a un debut discreto.
Si Red Bull se ha distinguido por algo con respecto al resto de escuderías ha sido, principalmente, por su filosofía. Los de Milton Keynes ha sido tan selectos como impacientes con las oportunidades que ha brindado a las promesas del automovilismo y sin embargo, ahora han cambiado el guion con una segunda oportunidad muy atípica para el patrocinador energético.
La excepción es para Jack Doohan, hijo del cinco veces campeón de del mundo motociclismo de 500cc, después de un estreno discreto en la Fórmula 3. El australiano, que se unió al Red Bull Junior Team en 2017, completó en 2020 su primer curso en una de las antesalas de la F1 con HWA Racelab, pero no logró sumar puntos a lo largo de un curso que cerró con un undécimo puesto como mejor resultado en la última cita de Mugello.
Su actuación no fue tan estelar como las que demanda Red Bull para mantener su confianza en alguien y, sin embargo, el patrocinador energético le ha encontrado otro asiento en la categoría en el que seguirá contando con su apoyo, pese a que ya no formará parte de su programa de jóvenes talentos. Doohan compartirá equipo con David Schumacher, hijo de Ralf, y Clement Novalak en la estructura de Trident, avalado sobre todo por sus dos subcampeonatos en la F3 asiática.
“Estoy muy contento de unirme al prestigioso equipo Trident”, aseguró el australiano de tan solo 18 años, después de una pretemporada que ha ido “muy bien” y de la que resalta la unión con el equipo. Las pruebas continuarán en el circuito de Montmeló los días 16 y 17 de marzo, pero Doohan ya se ha ganado a parte de la estructura tras impresionar al equipo por “lo rápido que se adaptó al coche y los resultados tan competitivos que obtuvo” durante los primeros test, como resalta Giacomo Ricci, director del equipo italiano. Su misión ahora, es aguantar el nivel hasta el final.