El gusto de Valentino Rossi por las cuatro ruedas es un secreto a voces y en cuanto tiene ocasión el italiano cambia las motos por los coches. Ha sido un habitual del Monza Rally Show, donde ha cosechado siete triunfos y ha inscrito su nombre en el palmarés junto al de especialistas de los rallys como Dani Sordo o Sebastien Loeb. También ha realizado pruebas al volante de los monoplazas dominantes de la F1, como las que realizó en la primera década del 2000 con los Ferrari o el reciente intercambio de máquinas con Lewis Hamilton, quien le cedió su Mercedes en el circuito de Cheste.

"No recuerdo exactamente cuántas sesiones de pruebas se realizaron con Valentino Rossi en Ferrari, pero diría que al menos siete. Al principio entraba en pista y hacía una docena de vueltas, aunque acostumbraba a marcar tiempos increíbles en la última. Recuerdo que Michael estaba mirando la telemetría conmigo y tenía la mirada atónita, al límite de la incredulidad", llegó a decir Luigi Mazzola, ingeniero de Maranello por entonces.

Y este fin de semana Rossi, junto a su hermano Luca Marini y Alessio Salucci, participará en las 12 Horas del Golfo con el Ferrari 488 GT3 del equipo Kessel. La prueba este año cambia del circuito de Abu Dhabi por el de Bahréin a causa de las restricciones del coronavirus.

En la pasada edición el italiano se impuso en su categoría (Pro-Am) y cosechó un meritorio tercero en la general, resultados que espera repetir en esta edición de 2021. "Fue un gran resultado, porque ganar nuestra clase significa que fuimos fuertes, pero cerrar el tercer puesto absoluto es una gran satisfacción. Nos divertimos como bestias", recuerda Rossi sobre su triunfo en Yas Marina en diciembre de 2019.

La prueba consta de dos tandas de carrera de seis horas separadas por un intervalo de tres, periodo en el que los equipos pueden trabajar en sus coches.