Verstappen arrolló a Stroll con una maniobra no penalizada

Max Verstappen y Lance Stroll chocaron en los segundos entrenamientos libres del GP de Portugal. El neerlandés dejó pasar al canadiense en la parte final del circuito, una manibora habitual entre pilotos cuando marchan a velocidades muy diferentes. Pero al llegar a la recta, el Red Bull se pegó, cogió rebufo e intentó el adelantamiento en la frenada. En esta ocasión, una maniobra muy poco habitual en una práctica, cuando nunca se disputan posiciones. Stroll siguió con su trazada, no vio el coche de Verstappen (iba tan cerca que entraba en el ángulo muerto de sus retrovisores) y ambos colisionaron en el vértice de la Curva 1. Las culpas apuntan al neerlandés porque era el único que veía a ambos coches y podía haberlo evitado. 

Tuvo más daños el Racing Point, que volvió al garaje en grúa, porque el Red Bull pudo completar la vuelta y regresar al pit lane. Fue la segunda bandera roja del día y la polémica continuó horas después, porque los dos acudieron a declarar ante los comisarios. La sorpresa, para algunos, es que no hubo sanción. "Verstappen pensaba que Stroll le devolvería la posición en la vuelta siguiente y se dejaría adelantar en la recta; Stroll pensó que Verstappen habría dejado más hueco" entre los dos coches antes de empezar a apretar. "Los pilotos acordaron que fue fruto de un malentendido", aclaran los árbitros del gran premio. Entre los que se encuentra, por cierto, el expiloto ruso Vitaly Petrov (Hamilton protestó por su designación). Problema resuelto.