La Q1 promete: Bagnaia, Miller, 'Dovi' y Rins buscarán ahí la Q2
Doblete Yamaha en el FP3 con Quartararo y Maverick al frente, rodando ya por debajo de la pole del año pasado. Buen tercero de Oliveira.
Las MotoGP ya vuelan en el GP de Cataluña. Quartararo y Maverick han sido capaces de rodar en el FP3 por debajo de la pole del año pasado y, por si fuera poco, Bagnaia ha logrado el récord de velocidad punta de la pista, al poner su Ducati a 352.9, lo que le convierte en el segundo circuito con mayor velocidad punta en su recta principal. Sin embargo, y aunque parezca extraño, no sólo de velocidad punta vive un piloto de carreras y el italiano es uno de los importantes de la parrilla que no ha logrado acceso directo a la Q2. Así, Pecco se las verá con pilotos del nivel de Miller, Dovizioso, Rins o Nakagami en una Q1 que promete espectáculo y emociones de las buenas.
A diferencia de Moto3, donde se puede salir vigésimo y llegar perfecamente a pelear por la victoria, en MotoGP resulta un drama casi para cualquier piloto, salvo excepciones como la de Mir, salir más allá de la tercera o cuarta fila, así que se pondrán las pilas todos ellos para pelear por estar entre los doce primeros. Los que se han librado de ese problema son Quartararo, Maverick, Oliveira, Petrucci, Zarco, Pol, Morbidelli, Rossi, Binder y Mir.
Continúa resultando impresionante la igualdad de esta temporada en la clase reina y otra prueba de ello es que sólo haya 444 milésimas de diferencia entre los diez primeros. Eso ha provocado que Bagnaia, quedándose a sólo 0.479 de la cabeza, se haya quedado fuera del anasiado top ten. Y las diferencias entre los tres de cabeza son mínima, con 44 milésimas de ventaja de Fabio sobre Mack y 89 sobre Oliveira, que ha firmado un gran tercero con la KTM.
Los que han terminado más atrás han sido Aleix (17º y con caída), Álex Márquez (19º), Rabat (20º) y Lecuona (21º y con tres caídas acumuladas en los tres primeros libres). Los que también se cayeron sin consecuencias que lamentar fueron Crutchlow y Nakagami. Y para el recuerdo queda una imagen de Quartararo rozando con el hombro izquierdo sobre el piano, a 63 grados de inclinación, y un caballito invertido de Rossi (stopie) al llegar pasado a la frenada de la curva 10, la de la entrada al Estadio.