El panorama de Ferrari en Monza
Vettel espera un fin de semana difícil: "Estos circuitos nos hacen daño". Leclerc receta paciencia: "No queda otra, mi trabajo es acelerar el proceso".
Fin de semana muy difícil el que encara Ferrari en Monza. El motor es un lastre en comparación con las unidades de potencia de los rivales y el SF1000 tampoco eleva el nivel. Sus carencias se acentúan en esta clase de circuitos de baja carga aerodinámica, como Spa-Francorchamps, y el GP de Italia no será muy diferente. Vettel y Leclerc fueron 13º y 14º en Bélgica. "No voy a mentir, será un fin de semana muy difícil y no espero grandes cambios. Aunque en Spa estábamos peor de lo normal y debemos volver a lo normal. Estos circuitos nos harán daño por su naturaleza, pero haremos todo lo que podamos. Las expectativas son complicadas, especialmente en Monza", opina Seb.
El alemán, que ganó en Monza su primera carrera (en 2008 con Toro Rosso), desliza que el buen motor de 2019 (que la FIA obligó a alterar) pudo encubrir los puntos débiles del paquete: "El coche de este año está basado en el del año pasado. Intentamos dar un paso adelante, pero ahora sufrimos con la potencia, con el agarre y con todo". Respecto a la influencia dentro del garaje, el de Heppenheim asegura: "Si me preguntan, contesto. Si no, puede que lo diga igualmente. Estoy abierto, estoy aquí para hacer mi trabajo y lo hago por el equipo y también por mí".
Leclerc: "¿Paciencia? No tengo otra opción"
Leclerc, por su parte, considera que el futuro de Ferrari se resuelve desde el presente: "Lo más importante ahora es comprender por qué sufrimos tanto este año y eso tendrá su influencia en el futuro. Buscamos los problemas y necesitamos una base sólida para los próximos años. ¿Tengo paciencia? Tampoco tengo otra opción. Llevará tiempo y hace falta paciencia. Sé esperar y además es mi trabajo acelerar el proceso".