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MOTOGP

El talón de Aquiles de Márquez

"La avaricia es su gran virtud, pero también lo que le lleva a cometer errores", analiza Chicho Lorenzo, sobre la actitud del ilerdense sobre la Honda.

Márquez celebra su victoria en el GP de Cataluña 2019.
David Ramos

Quien más, quien menos, como diría Sabina, ha arriesgado alguna vez sobre una moto con todo lo que eso supone. Sobre todo cuando las opciones de conquistar el título son más una realidad que un sueño. Y en el caso de Márquez, puede que hasta una obligación. Además de ser el favorito, sobre el ilerdense recae todo el peso de una fábrica que le ha convertido en su estrella y a su vez, le ha permitido ensalzarse hasta convertirse en el centro de atención de este Mundial. Primero por haber sumado de la mano seis entorchados y por último, por no haberle puesto límites al estar "en un entorno ganador y no querer salir de ahí".

Así es para Chicho Lorenzo, como expresó en el canal de ‘Motogpeando’, la relación que se ha forjado entre Márquez y la fábrica de Honda. Pese a su ausencia debido a la caída en Jerez, “Marc es quien está acaparando toda la atención esta temporada” por como han trascendido los hechos desde su lesión en el GP de España y en parte, el balear señala al seno de la firma japonesa por no haberle puesto un margen para volver a subirse a la moto. Aunque a un piloto que ha ganado tantos campeonatos “no puedes decirle nada, sobre todo cuando tiene las ideas muy claras”. Y el octocampeón siempre ha hecho caso a un instinto que en algunas ocasiones, como en 2015, le ha pasado factura. 

Entonces, con una moto indomable, las caídas le dejaron fuera de juego en la pelea por el título y este año “el último error ha sido forzar la recuperación, lo cual ha retrasado su vuelta”, asegura el padre de Jorge, como precedente a tomar más riesgos de los necesarios en el primer gran premio del año que le han llevado “a esta situación de desastre”: “Marc podría ser líder con 50 puntos perfectamente pero lo mismo que le lleva a ser el gran campeón que es, a su vez es su talón de Aquiles”. ¿A qué se refiere? A la avaricia de un piloto que siempre quiere más: “Esa gran virtud es lo que hace que nunca se conforme, pero también le lleva a cometer estos errores”. Sobre el asfalto Márquez juega con un arma de doble filo y pese a que “es posiblemente el mejor piloto de la historia”, su espada de Damocles, como la de Sabina, también es afilada. Y esa hoja puede cortarle las alas en cualquier momento.