INDYCAR I LA INTRAHISTORIA

Alonso cree en lo imposible

"Sabemos que teóricamente no es posible, pero trabajamos como si fuera a serlo", asegura Fernando. El domingo fue el sexto piloto más rápido en tandas de 30 vueltas.

Actualizado a 18 de agosto de 2020 09:50 CEST

@fernandoalo_oficial

Es cuestión de rozar los muros, de volar a casi cuatrocientos kilómetros por hora, de librarse de los problemas, de no meterse en los posibles choques y de tener la mejor estrategia. Sólo así se puede vencer en las 500 Millas de Indianápolis. Es una carrera tan inexplicable que podría incluso ganar un piloto que sale vigésimo sexto.

Decía Fernando Alonso que su coche estaba entre los mejores cada vez que salían a hacer tandas largas de carrera y lo demostró en los primeros y segundos libres cuando fue quinto y sexto respectivamente. Y también en los últimos libres de la pasada semana cuando fue undécimo en el registro de velocidad final a una vuelta, pero fue el que más rodó y en sus tandas largas también estuvo entre los mejores con el sexto mejor registro de media (209.785 mph). Nada mal la velocidad del campeonísimo español.

Eso sí, lejos de su compatriota, el catalán Alex Palou, que con 215.820 mph fue el más rápido en las tandas largas. Palou, que logró la vuelta más rápida en el 'Fast Nine', aunque después con problemas en su coche no pudo conservar ese puesto y terminó séptimo, está siendo, de momento, la gran revelación de estas 500 Millas y el novato más destacado.

Palou, con motor Honda, y Takuma Sato, obviamente también con el propulsor japonés, fueron los dos más veloces y los únicos representantes de ese motor ya que el resto, Power, O Ward, Castroneves y Alonso, llevan Chervrolet. Esa también es una buena noticia para Alonso y el hecho de que el mexicano, su compañero de equipo, fuera cuarto, invita a pensar en que el coche es competitivo.

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"Equipo. Sabemos que el desafío es enorme. Sabemos que teóricamente no es posible, pero trabajamos como si fuera a serlo". Este el último mensaje que ha escrito el genio astur antes de prepararse para volver a subirse al monoplaza número 66 el próximo viernes en el Carb Day. Como ya dijo hace tiempo... Un samurai lo acepta todo como un desafío, el hombre corriente lo toma todo como una bendición o una maldición.