A ver quién frena a Da Costa
El portugués volvió a mostrarse impenetrable: pole y victoria otra vez en la segunda carrera de Berlín. Líder, muy sólido. Buemi y Di Grassi acabaron en el podio.
Estaban acostumbrados a tener al mejor en uno de sus asientos porque son los vigentes bicampeones, pero lo que seguro que no esperaban en DS Techeetah es que este año ese no iba a ser Vergne, quien les hizo tener ambas coronas, sino su compañero recién llegado. Un Antonio Félix Da Costa que parece impenetrable, a prueba de balas. Porque volvió a ser el vencedor en Berlín con una superioridad que asusta y tras adjudicarse de nuevo la pole por cuatro décimas de ventaja, un mundo por estos lares.
El portugués y Buemi, su acompañante en primera fila, cogieron unos metros de ventaja al inicio gracias a la lucha que había por la tercera posición entre Lynn y De Vries. El de Mercedes se puso por delante, pero sin ritmo para seguir a los primeros y pronto se encontró detrás de Frijns, que hizo un gran comienzo y se unió a esa lucha. Por detrás, Guenther sufría un accidente, perdía su alerón delantero y provocaba la primera bandera amarilla de la carrera, a la que seguiría una segunda al quedarse tirado, aparentemente sin frenos, De Vries.
Dos frenazos a la carrera que hicieron que Da Costa tuviera que apretar continuamente para tener la situación bajo control. Y eso hizo con una superioridad tremenda, la misma que lleva mostrando desde que pisó Berlín y que Buemi no podía contrarrestar quedándose a tres segundos. El suizo estaba más preocupado por tener controlado a un Di Grassi que llegó a su espalda aprovechando mejor que nadie el 'moto ataque', aunque Vandoorne diría algo al respecto con una doble pasada increíble a Bird y Mortara para situarse 5º.
Con Da Costa en modo campeón y nadie capaz de hacerle sombra, la gracia estuvo otra vez en la lucha por el podio, en concreto por una tercera plaza que tuvo hasta cuatro contendientes, Di Grassi, Frijns, Vandoorne y Bird. Pelearon por ella hasta la misma línea de meta, pero al final cayó en manos del brasileño y así subió al podio, detrás de Buemi y, por supuesto de Da Costa, al que Vergne (que fue décimo) parece que le ha dejado su traje de su superhéore, y bien que lo está aprovechando. A ver quién le para...