AUTOMOVILISMO

Halo de luz para Zanardi: no presentaría daño axonal difuso

Giuseppe Oliveri, cirujano que operó de urgencias al expiloto de F1, afirma que su lesión cerebral es menos grave que la que padece Michael Schumacher.

"Las funciones de los órganos son adecuadas. Sigue sedado y ventilado mecánicamente. El control neurológico ha mostrado estabilidad, pero hay que tomar este dato con cuidado porque sigue grave el cuadro neurológico". Este es el último parte médico que el hospital universitario 'Le Scotte' de Siena ha facilitado sobre el estado físico de Alessandro Zanardi, ingresado desde hace tres días en la UCI de esta clínica tras sufrir un grave accidente de tráfico mientras participaba en la exhibición 'Obiettivo Tricolor'.

Un fortísimo impacto contra un camión, tras perder el control de su handbike (triciclo manual) e invadir el sentido contrario de la carretera, que provocó que Giuseppe Oliveri tuviera que tomar la espinosa decisión de operar de urgencias a Zanardi para intentar curar el grave trauma que presentaba en la cabeza el expiloto de Fórmula 1 y ganador de cuatro medallas de oro paralímpicas.

Una cirugía de cuatro horas que resultó satisfactoria y ha arrojado un halo de esperanza para Oliveri y Maurizio Fornari, jefe de la unidad de neurocirugía del 'Humanitas de Rozzano'. Ambos facultativos celebran en 'La Gazzetta Dello Sport' que el atleta boloñés de 53 años no presente, a priori, daño neurológico: "El daño axonal difuso es un lesión muy extensa que se extiende por toda la corteza cerebral, de la cual apenas se regresa a las funciones cognitivas y motoras normales. Que Zanardi no la padezca, al menos por lo que los médicos pueden entender por ahora, es una buena noticia. El cerebro es un órgano en movimiento dentro de una caja rígida. Un trauma de este tipo también puede dañar distintas áreas. El punto de impacto no cuenta. Lo que importa son las lesiones internas. Cuánto se ha extendido el daño dentro del cráneo".

De igual modo, ambos doctores remarcan que lo peor que se puede hacer en este tipo de situaciones es ponerse nervioso e intentar anticipar los tiempos de recuperación: "En lesiones de este tipo, ciertamente se necesitan unos días para comenzar a despertar al paciente y evaluar cualquier daño. Una semana, tal vez dos. Hablamos de un paciente frágil porque ha sufrido una gran lesión en la cabeza, se debe tener mucho cuidado. Lo peor es ponerse nervioso, anticipando los tiempos. Eso no es bueno. Como regla general, se evalúan las habilidades motoras y la función ocular. Básicamente, evaluamos si el paciente, una vez que se suspende la anestesia, recupera un estado de conciencia, incluso superficial, de modo que puede realizar incluso gestos muy simples, como estrechar una mano. El hecho de que sea un atleta y, por lo tanto, disfrute de unas condiciones físicas óptimas, conduce al optimismo. Si hay una buena respuesta clínica, no hay necesidad de atender a otros parámetros. Si el paciente tiende a despertarse, es suficiente; Si esto no sucede, se deben utilizar otros instrumentos, como un electroencefalograma. Para evaluar el estado neurológico, normalmente hacen varias ventanas hasta que uno tiene la impresión de que el paciente puede recuperar, en primer lugar, la capacidad de respirar espontáneamente y, en segundo lugar, entrar en contacto con la sociedad. En este momento, es difícil imaginar cuándo podemos proceder en esta dirección. Preferimos centrarnos en un monitoreo instrumental con una medición de la presión intracraneal, además de todos los parámetros vitales que se siguen como norma en un departamento de reanimación".

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