Sainz vuelve a subirse al McLaren tras su fichaje por Ferrari

16 días. Este es el lapso que resta para que el semáforo del pit lane del Red Bull Ring se ponga verde y comience de manera oficial el calendario europeo del Mundial de Fórmula 1 2020. Una primera parte de la temporada, a expensas de saber si se podrá viajar en septiembre, octubre y noviembre a Rusia, Asia (Bahrein, Vietnam y China) o América (Canadá, Estados Unidos, México y Brasil) debido a la crisis mundial del coronavirus, que englobará ocho pruebas (Austria, Estiria, Hungría, Gran Bretaña, 70º Aniversario de la Fórmula 1, España, Bélgica e Italia) en diez fines de semana.

Una apretada agenda que están ultimando todos los integrantes del 'Gran Circo'. Y McLaren no iba a ser la excepción que prueba esta regla. Mientras los técnicos de Woking trabajan a contrarreloj para recuperar el tiempo perdido tras más de 60 días parados y conseguir fabricar los repuestos suficientes del MCL35 para las primeras pruebas, Carlos Sainz ha aprovechado su visita este lunes la fábrica británica para, además de preparar el Gran Premio de Austria 2020, volver a subirse a su monoplaza naranja papaya número 55 por primera vez tras anunciar el pasado 14 de mayo su flamante fichaje por Ferrari y practicar, junto a los mécanicos de la escudería, paradas en boxes.

Cabe recordar que algunos pilotos como Lewis Hamilton, Valtteri Bottas, Daniel Ricciardo o Esteban Ocon ya han vuelto a pilotar un monoplaza en los test privados que Mercedes y Renault han organizado con los coches del 2018, mientras que Sainz, que ha trabajado duramente la forma física durante el Estado de Alarma y ha intentado no perder el tacto al volante con un kart, tiene pensado replicar en los próximos días la jornada de entrenamiento que Lando Norris ejecutó a principios de junio en Silverstone con un Fórmula 3, ya que McLaren no puede poner en pista el MCL32 y MCL33 como alemanes y franceses debido a que al sureste de Gran Bretaña no abundan los motores Honda previos a 2017 ni Renault de 2018.