McLaren no puede hacer test
Mercedes y Ferrari harán entrenamientos con coches previos a 2018, pero en Woking no hay motores de Honda o Renault disponibles.
Mercedes rueda desde este martes en un test en Silverstone con el monoplaza campeón de hace dos años y Ferrari hará lo propio en su pista de Fiorano antes de que empiece el Mundial de F1. Red Bull, referente de las operaciones de carrera y artífice de los récords en los cambios de ruedas, también evaluará la posibilidad de ir al asfalto en Inglaterra para engrasar procedimientos. ¿Y McLaren? No está previsto que el cuarto fabricante de la Fórmula 1 ruede antes de los entrenamientos libres del GP de Austria, el próximo 3 de julio, porque es obligatorio usar coches con al menos dos años de antigüedad y en Woking no abundan los motores de Honda previos a 2017, ni el de Renault en 2018.
"No tenemos esa posibilidad por todos los cambios de motor que hemos hecho en los años recientes. Aunque Lando (Norris) está haciendo kárting o test libres y Carlos (Sainz) hará lo mismo. Igualmente, haremos trabajo de simulador", aseguraba Andreas Seidl, jefe de la escudería británica, en Sky Sports. Cambiaron de Honda a Renault precisamente a partir de 2018, pero tanto la casa japonesa como el constructor francés protagonizaron unas cuantas averías en aquellas campañas que limitan la existencia de material de pruebas.
Por tanto, Carlos Sainz llegará a Red Bull Ring después de cuatro meses sin subirse a su MCL35, que pilotó por última vez en los entrenamientos de pretemporada.
Un reglamento estricto
Aunque los test privados eran una constante de la F1 a principios de siglo, con programas de trabajo fuera de los grandes premios tan intensos como la propia temporada oficial, desde la última década están prohibidos. El coche de una temporada en curso sólo puede rodar fuera de la competición en dos filming day al año con fines exclusivamente promocionales, que ahora no se justificarían, y hasta un máximo de 100 kilómetros.
Para volver a la pista después de cuatro meses de parón, los fabricantes están obligados a recurrir al artículo 10.2 del Reglamento Deportivo de la FIA, que permite "test con coches antiguos". El monoplaza debe tener entre dos y cinco años, los neumáticos a utilizar están preasignados y debe estar presente un emisario de la FIA para garantizar el cumplimiento de lo anterior. Pero es la única manera de que el piloto experimente las sensaciones de un F1 antes de volver a la competición, y también la forma ideal de hacer trabajar al equipo como si de un gran premio se tratara.