Iannone: "De los pilotos sólo me han llamado Lorenzo y Viñales"
El italiano dice que ambos son los únicos compañeros de la parrilla que le han apoyado, y eso que "quizá son los dos pilotos con los que menos relación" tiene.
De no ser por el coronavirus, a estas alturas los pilotos de MotoGP ya habrían disputado cuatro carreras de la temporada (Qatar, Tailandia, Austin y Argentina), pero hay uno de ellos que no los habría corrido de igual forma sin la pandemia: Iannone. Sobre el italiano pesa una sanción de año y medio, que vence en junio de 2021 si el TAS no dice otra cosa, por dopaje. Seguro que no es consuelo que los demás tampoco corran y están siendo unos meses duros para el piloto de Aprilia, y más con la falta de apoyos que está teniendo por parte de sus compañeros.
Únicamente se han preocupado por él dos pilotos, y no precisamente sus mejores amigos en el paddock... "Solo me han llamado Lorenzo y Viñales, que quizá son los dos pilotos con los que menos relación tengo, pero no quiero crear polémica", dice Iannone en 'Motosprint', donde asegura, eso sí, que está contento de tener a su equipo al lado: "Les estoy muy agradecido, siempre han creído en mi inocencia. Para ellos hubiera sido más fácil bajarme de la moto y fichar a otro. Eso me hubiera dejado solo y hubiera tenido las cosas mucho más difíciles".
Pese a la falta de apoyos en la parrilla, Iannone asegura que lo primero que hará cuando pueda es intentar que no le pase a nadie lo que le ha pasado a él, según defiende, dar positivo en un control de dopaje por contaminación alimenticia. "No espero mucha respuesta por parte del resto de pilotos, pero cuando se vuelva a correr voy a pedir en la Comisión de Seguridad una modificación del reglamento, lo digo por el bien de todos y pensando en los demás pilotos. Me disgusta haber tenido que pasar por esto el primero", reivindica.
Por último, Andrea cuenta como rechazó la proposición de Aprilia para quedarse en Qatar al día siguiente de la presentación del equipo y ver cómo les iba en los test: "No quise quedarme porque ver aquella moto con tanto potencial y no poder pilotarla hubiera sido un verdadero sufrimiento. Era como ver a tu mujer yéndose a la cama con otro hombre delante de tus propios ojos. Es lo peor que te puede pasar, tenía un poco de celos y preferí irme. Como se dice en estos casos, ojos que no ven, corazón que no siente".