NUESTRA MEJOR VICTORIA | LOS SAINZ
"Alguna vez y sin que se entere su madre nos cronometramos"
Los dos Carlos Sainz, unidos por la iniciativa de Cruz Roja. El hijo se ve fuerte "en un McLaren, un Ferrari o un Mercedes" y el padre es el único gran campeón de 2020.
No resulta apropiado llamar júnior a un piloto de 25 años que ha superado la centena de grandes premios en la Fórmula 1. Igual que parece un insulto rebautizar como sénior a quien ganó en enero su tercer Dakar, a los 57, y sigue adornando con triunfos de primer nivel una vitrina de cuatro décadas de carrera. Lo más preciso es decir que en esta entrevista por videoconferencia participaron los dos Carlos Sainz, padre e hijo. El de los tramos y el de los circuitos.
Empieza el más joven y describe su día a día confinado: "Yo creo que nunca, nunca he pasado más de dos semanas seguidas en casa. Me está ayudando a experimentar conmigo mismo porque nunca he tenido tanto tiempo libre. Estoy probando dietas o entrenamientos diferentes y entreno tres o cuatro horas al día, para que os hagáis una idea de lo que me aburro".
Entre sus nuevas rutinas más allá del ejercicio, confiesa que se ha visto más de una carrera repetida. Y más de dos: "He visto demasiadas… me cuesta bastante coger el sueño y por la noche estoy viendo carreras y cosas de otros años. Me vi la temporada de 2012 entera en el móvil y me quedé impresionado con la igualdad. No hace mucho que la F1 era un deporte más igualado con Maldonado, Pérez, Grosjean, Raikkonen, los dos McLaren, los dos Ferrari, los dos Mercedes ganando y luchando por poles (en temporadas ‘dominadas’ por Red Bull). Se puede volver a conseguir en un futuro cercano. También carreras de 2006, me volví a ver la carrera famosa de Brasil 2008, obviamente del año pasado y de los años que he estado yo en F1, pero esas me las sé de memoria".
"En un McLaren, un Ferrari o un Mercedes"
Sigue la actualidad de su deporte. “¿Cancelar el año entero? Prefiero no ponerme en esa tesitura porque sería muy malo para la F1. Mucha gente y muchos trabajos dependen del automovilismo, prácticamente la plantilla de McLaren está en un ERTE y es una solución a corto plazo, pero no puede serlo a medio o largo plazo. Yo no sé cuál es la solución, pero hay que buscarlas”. También sigue las informaciones del ‘ficherío’, su futuro, Vettel y Ferrari. “No hay nada nuevo porque la F1 está paralizada. Pero yo confío en mis habilidades, el año pasado di un paso muy importante y soy capaz de hacer cosas muy buenas en un McLaren, en un Ferrari o en un Mercedes”.
Entonces Sainz hijo le cede el teléfono a Sainz padre, que hoy por hoy es el único gran campeón de algo en 2020: "Esperemos que no acabe el año así, soy optimista y quiero pensar que a partir de julio y agosto se pueden retomar el automovilismo, el fútbol y el resto de deportes y puede haber más campeones". Recién cumplidos los 58, no oculta su preocupación ante las consecuencias del COVID-19 en la economía: "Es evidente que va a afectar a todo el mundo. No sólo el automovilismo o el deporte, sino la economía en general o la industria del automóvil. Y a todos nosotros. Me gustaría pensar que, como consecuencia, vamos a tratar de salir cuanto antes de esta situación y animo al Gobierno a ser valiente y, con las medidas oportunas de seguridad, tratar de salir de esta situación de confinamiento porque por cada día que pasemos así va a ser más difícil remontar para cualquier actividad".
"Las marcas sufren, los fabricantes sufren..."
Todo el Dakar está inevitablemente en el aire: "A estas alturas la organización ya habría empezado los reconocimientos y sé que no han hecho nada porque están esperando a que se pueda viajar. Y por parte de los pilotos al menos en mi caso está todo parado. Las marcas sufriendo, los patrocinadores sufriendo y todo el mundo esperando a ver cómo es el día después, cuando levantemos la persiana".
Ahora recomienda hacer ejercicio: "Nosotros tenemos la suerte de tener un pequeño gimnasio con alguna máquina que podemos utilizar, incluso dos veces al día. Yo tengo que tener cuidado porque depende de lo que haga… (se ríe)". No se sabe si hay pique entre los Carlos con la elíptica, pero concede que sí lo hay en el coche de rallys: "En el campo tenemos uno y él hace sus pinitos. Intentamos no cronometrarnos, aunque de vez en cuando y sin que se entere su madre nos cronometramos para ver dónde está cada uno. Él empezó a conducir allí con un pequeño kart de campo y siempre ha tenido pasión por los rallys, de hecho siempre le ha venido bien tener esa sensación de control, de deslizar, todo enseña". Aunque antes de volver al campo a pilotar, o "a cenar con los amigos”, espera “empezar a recuperar la normalidad y a convivir con el virus este. Y a esperar y rezar por que quienes están estudiando las vacunas nos den cuanto antes una solución".