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FÓRMULA 1

Todt y el peor de los casos: "La actual F1 ya no sería posible"

El presidente de la FIA contempla un escenario en el que pueda desaparecer algún equipo, pero estudian dos opciones de limitar los costes para que no pase.

Jean Todt, presidente de la FIA.
GONZALO FUENTESREUTERS

"Podría ver desaparecer a cuatro equipos si esto no se maneja de la manera correcta". Esas fueron las palabras de preocupación que pronunció Zak Brown hace unos días, y el CEO de McLaren no es el único que teme que pase algo así en la Fórmula 1 debido a la crisis que está provocando el coronavirus. Jean Todt, el presidente de la FIA, también reconoce que se podría dar un escenario en el que se pierda a algún componente de la parrilla por la gravedad de la situación económica del deporte.

"El único escenario que requeriría un ajuste posterior sería la pérdida de algunos equipos, lo que no podemos descartar. Espero no entrar en esta situación, entonces tendríamos que plantear preguntas fundamentales a los propietarios de los derechos comerciales, como por ejemplo, ¿cómo debería ser la F1 en el futuro?", declara el francés en 'Auto Motor und Sport' lanzando una pregunta a la que encuentra una respuesta que esperemos no suceda: "En el peor de los casos, la F1 tal como la conocemos hoy ya no sería posible".

Para que no pase, hay que actuar en una cosa básica, el límite presupuestario de 2021 por el que tanto se está negociando: "Tenemos dos opciones: una, 130 millones de dólares (118 de euros); y otra, un plan por etapas: 140 millones el primer año, luego 130 y finalmente 120. Sin esta crisis, habrían sido 175, ahora estamos hablando de un reinicio". Sea como sea, Todt cree que "nunca se dará el caso de que un equipo pequeño pueda competir regularmente contra un equipo grande a la altura de los ojos": "No podemos mentirnos a nosotros mismos".

¿Cuál sería el plan ideal entonces? "Solo podemos llegar a un número razonable si olvidamos la F1 de hoy y comenzamos con una hoja de papel en blanco. Con un límite de 50 millones de dólares sin excepciones, nada sería como era, sería una Fórmula 1 completamente nueva, una Superfórmula 2", imagina el presidente, pero eso es algo que está muy lejos de la realidad: "Tal y como la F1 está estructurada en este momento, un nuevo comienzo no es posible. Perderíamos demasiados equipos, incluidos los grandes".