Un sprint final de 10 semanas para recorrer el planeta
Tras los retrasos del calendario, MotoGP tendrá un apretado desenlace de ocho grandes premios casi seguidos que supone unas 116 horas en traslados.
El maldito coronavirus que ha alterado la vida de todos, con un confinamiento nunca visto, pasará algún día y, entre las cosas que han de retomar la normalidad, volverán a rugir las MotoGP por todo el mundo. Hasta el momento el campeonato de motociclismo no ha arrancado como estaba previsto el 8 de marzo, porque en Qatar sólo corrieron Moto2 y Moto3, gracias a que ya estaban allí debido a los test de pretemporada que desarrollaron los días previos a que comenzara el campeonato.
La cita de Losail fue cancelada para la clase reina, pero las de Tailandia, Texas y Argentina no se han descartado sino que se han aplazado para finales de año y esto supone una acumulación de carreras a final de temporada inédita, en diez semanas se disputarán ocho grandes premios: Aragón (27 de septiembre), Tailandia (4 de octubre), descanso, Japón (18 de octubre), Australia (25 de octubre), Malasia (1 de noviembre), descanso, Texas (15 de noviembre), Argentina (22 de noviembre) y Valencia (29 de noviembre).
Ante semejante desafío, además de la importancia que supondrá evitar lesiones, el desgaste físico y mental para los pilotos será importante, empezando por los desplazamientos. Así, tomando como ejemplo unos posibles viajes para Marc Márquez, con el aeropuerto de Barcelona como punto de partida, al campeón le esperan la friolera de 85.460 kilómetros y 116 horas, la mayoría de vuelos, con el respiro que le darán las citas de Alcañiz y Cheste, a las que puede acudir tranquilamente por carretera. Con la excepción del paso por África, será la vuelta al mundo en 64 días, 16 menos que la famosa aventura de Willy Fog. Una paliza en toda regla que todos deseamos que se pueda llevar a cabo.