El campeón: hospital... y al podio
Vergne estuvo en cuarentena a la espera del resultado de un posible coronavirus y tras dar negativo acabó tercero, y destrozado físicamente, en Marrakech.
"Ha sido la carrera más dura de mi trayectoria", explicaba un exhausto Jean-Éric Vergne sentado en la silla de la rueda de prensa del ePrix de Marrakech en la que acabó tercero en la victoria de Da Costa, su compañero en Techeetah. El francés de Techeetah, vigente campeón del certamen eléctrico no pudo disputar los libres 1 por tremendos dolores de cabeza. Y eso unido a la alta fiebre, la tos y el malestar general le llevó a un hospital de Marruecos para someterse a numerososas pruebas, entre ellas, la detección del coronavirus.
Así lo contaba: "Me mantuvieron en cuarentena en el hospital, imaginad cómo fue mi día. Estaba en una habitación de cinco metros cuadrados tras tres días con 40 grados de fiebre. Fue muy largo y duro".
Vergne, que pidió a la FIA no asistir al encuentro posterior 'face to face' con la Prensa y que en el podio se le veía realmente destrozado físicamente, explicó también que no era 100% consciente de lo que ocurría en la carrera: "Me olvidé de los dolores, bajé la cabeza y lo di todo, hice todo lo que pude. Recuerdo que en algún momento le pregunté a mi ingeniero cuál era mi posición porque no podía ver a los líderes. Me dijo: 'Eres P4'. No podía creerlo y pensé: 'Vaya, no sabía que había recuperado tanto tiempo. Estoy satisfecho de volver al podio".