Un mes y 18 días. Este es el lapso que ha pasado desde que la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) anunciase, a través de un comunicado oficial, que Andrea Iannone quedaba suspendido provisionalmente tras aplicarle el artículo 7.9.1 del Código Antidopaje (CAD) FIM 2019 al detectar una sustancia no especificada en la Sección 1.1.a) Esteroides androgénicos anabólicos exógenos (AAS) en la muestra de orina recolectada durante el Gran Premio de Malasia 2019.
Desde entonces, Iannone ha comenzado a disputar una carrera contrarreloj por demostrar su inocencia y poder disputar el Mundial de MotoGP 2020, una temporada donde tenía depositadas muchas expectativas tras informarle Aprilia de los ambiciosos planes que quiere conseguir con la RS-GP 2020, una moto revolucionaria que está generando mucha curiosidad en el paddock.
Tras celebrarse este martes en la sede de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) una audiencia con la Corte Disciplinaria Internacional (CDI), este viernes hemos conocido que los abogados del piloto de Vasto presentaron en esta audiencia los resultados de una muestra capilar tomada en enero al transalpino que tras ser analizada por el centro antidopaje Alessandro Bertinaria (Turín (Italia)), demostraría la inexistencia de esteroides y anabolizantes en el cuerpo Andrea Iannone desde el pasado mes de septiembre y reforzaría su principal tesis de defensa: contaminación alimenticia.
“Hacemos de la legalidad un baluarte: apoyamos a Iannone, porque nunca dudamos de él", ha asegurado recientemente en 'La Gazzetta Dello Sport' Massimo Rivola , CEO de Aprilia Racing. La fábrica de Noale confía en que la semana que viene los tres jueces de la CDI emitan una resolución favorable y puedan contar con su piloto en los test de Qatar (22-23-24 de febrero).