El caníbal Márquez ataca de nuevo y se come a Maverick
El campeón firma su undécima victoria. Se pegó al de Yamaha casi toda la carrera, lo superó en el penúltimo paso por meta y luego su rival se fue al suelo buscando una última oportunidad.
La leyenda del caníbal Márquez continúa viva. Su hambre voraz se ha cobrado esta vez la víctima de Maverick, que había hecho méritos más que de sobra para ganar la carrera o, como mínimo, terminar segundo. Sin embargo, el de Yamaha acabó en el suelo buscando a la desesperada una opción de adelantamiento sobre su rival en la última vuelta. Un triste e injusto final el suyo para un fin de semana en el que había sido mejor en los libres y, además, había firmado la pole una hora antes de que arrancaran las carreras.
El campeón, ajeno a la aparatosa salida por orejas de su rival en la intimidatoria bajada posterior la curva de Lukey Heights, siguió tirando hasta cruzar la meta en solitario, con 11 segundos de ventaja sobre Crutchlow y 14 sobre Miller, que heredó posición de podio tras la caída de Mack. Fue el premio del australiano por salir victorioso de un nutrido y animado grupo en el que también pelearon con todo Bagnaia, Mir, Iannone, Dovizioso, Rossi (hizo una salida enorme de la cuarta a la primera plaza, por fuera), Rins y Aleix. En total, ocho pilotos peleando por la medalla de chocalate y que acabó siendo un bronce para el héroe local, que lo celebró en el podio bebiendo champán desde su bota. Antres, entre todos ellos, dejaron un sinfín de adelantamientos durante toda la carrera, sobre todo cada vez que llegaban a la curva 4.
En el caso de Márquez, su triunfo es el undécimo de la temporada, el que le sitúa ya con 375 puntos muy cerca del récord de tantos en una solo curso (383 de Lorenzo en 2010) y muy cerca de su mejor registro de victorias en MotoGP, las 14 que logró en 2014 camino del segundo de sus seis títulos. Por momentos pareció que se esperaría hasta la misma meta para lanzar su ataque, pero lo hizo entre el final de la penúltima y el arranque de la última. Había estado varias vueltas midiéndose en la recta con Viñales y estaba claro que lo intentaría, aprovechando la mayor caballería de la Honda respecto a la Yamaha.
Le superó antes de empezar el último giro, por el margen izquierdo en vez de por el derecho, como intuía Maverick, porque cerró ese lado. Gracias a eso comenzó el del Repsol Honda la vuelta decisiva con sólo 3 milésimas de ventaja sobre su rival. La amplió a 159 al paso por el primer parcial. A 239 al segundo. Era de 116 en el tercero y, nada más pasar este punto, llegó el vuelo sin motor de Viñales. Una faena, porque de verdad que se merecía un final mucho mejor, por mucha que él dijera después que en un día así prefiriera acabar en el suelo que segundo.
Fueron muchos los que se beneficiaron de su caída para ganar una plaza en el último suspiro. Así, Mir terminó quinto, Rins noveno y Aleix décimo. Por cierto, enorme papelón de las Aprilia, que llegaron a rodar en el grupo de cabeza, protagonizando algunas de las muchas pasadas que hubo. Iannone acabó sexto y Aleix décimo, con lo que firmaron un gran top ten de ambos para la casa de Noale.
Más atrás acabaron Pol, que fue duodécimo, y Lorenzo, último en meta con la decimosexta plaza, a más de un minuto en meta de su compañero de box (1:06.045) y superado por Zarco (13º) en su debut con la Honda. Verle a pie de pista causaba estupor, porque en nada se parecía al campeón que fue.
No acabó por retirada Rabat, que es duda también para Malasia por la lesión que arrastra en la mano derecha, y se fueron al suelo en la primera vuelta Quartararo y Petrucci. Primero se cayó el italiano, que con su moto golpeó al francés y quedaron los dos fuera de combate. Tendrán oportunidad de revancha en una semana, en el circuito de Sepang.