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F1 | BRASIL

Leclerc estrena el motor de la discordia para silenciar críticas

Ferrari recupera la última especificación en el monoplaza del monegasco tras la rotura de Austin. Mercedes y Red Bull, pendientes de su rendimiento.

São Paulo
El Ferrari de Charles Leclerc durante los entrenamientos libres del viernes del GP de Japón 2019 en el circuito de Suzuka.

Charles Leclerc estrena motor este fin de semana en Interlagos y eso conlleva una penalización de diez puestos en la parrilla del domingo. El cambio de unidad de potencia se debe a la avería de Austin y montará un propulsor idéntico al que se rompió en el trazado norteamericano. "Por la llamada telefónica que tuve, será un motor como el de Austin y al menos no se ha discutido conmigo esa posibilidad", subrayó el monegasco sobre los rumores que hablaban de una evolución con piezas de 2020 en su unidad de potencia. Y tras él asentía Mattia Binotto, director de la escudería.

La rumorología acompaña al motor de Ferrari en los últimos meses y no ayuda la directiva de la FIA impulsada por una reclamación de Red Bull en referencia al consumo de aceite y la forma de medirlo, donde sospechan que podría haber irregularidades en Maranello. Al respecto, Leclerc es contundente: "No hemos hecho nada mal y creo que las cosas volverán a la normalidad aquí. En Austin se vio que volver a una especificación antigua no fue lo ideal, y por eso lo hemos cambiado aquí. No hay extramotivaciones para demostrar que (Red Bull y Mercedes) están equivocados".

Para Interlagos se compromete su resultado en clasificación, pero esperan una ventaja mecánica en carrera que se consolide en Abu Dhabi: "Será un plus en clasificación y en carrera, hay mucho que ganar porque ya vimos en Austin que influye directamente en los resultados. El tercer puesto de la general es un objetivo y para Abu Dhabi me da una oportunidad".