Rodillo de Márquez antes de ir a por el título en Tailandia
El del Repsol Honda se paseó y volverá a ser campeón en Buriram acabando por delante de Dovizioso con un margen de dos o más puntos.
Paseo triunfal de Márquez en Alcañiz camino de su octavo título mundial. El campeón puede volver a serlo ya en la próxima cita, la de Tailandia, cuando todavía quedarán cuatro carreras más por delante. Su superioridad es tal que le permite estas cosas y así, en el circuito de Buriram, será de nuevo campeón si acaba la carrera por delante de Dovizioso con un margen de dos o más puntos respecto al italiano, en un circuito en el que ya venció el año pasado batiendo a Andrea en duelo de última curva.
La carrera no tuvo historia por la victoria, porque el del Repsol Honda quiso que así fuera. Había sido el más rápido a una vuelta y también tenía un ritmo muy superior al de los demás por lo visto en los entrenamientos. Tal era su poderío que al primer paso por meta ya contaba con un segundo de ventaja sobre un Quartararo que lideraba un pelotón en el que también iban Miller, Maverick, Aleix, Rossi, Morbidelli y Rins. Éste último entró colado en una de izquierdas y tiró sin querer a Morbidelli, en una acción por la que fue sancionado con un long lap (vuelta larga). No se puede decir que eso arruinara la carrera del de Suzuki, porque en esa maniobra en la que perdió el ala derecha de su carenado ya había perdido unas cuantas posiciones, y en su excursión por la vía de servicio sólo se dejó 2.4. Al final fue noveno, lejos de las plazas de podio, y lo primero que se hizo al acabar la carrera fue ir a buscar al italiano para disculparse con él.
Donde sí hubo emoción fue por saber quiénes acompañarían al pupilo de Alzamora en la ceremonia de entrega de trofeos. Parecía que Maverick iba a ser uno de ellos, pero perdió fuelle en las dos últimas vueltas y al final Dovizioso y Miller le apartaron del cajón. Andrea le superó en la penúltima vuelta, arrancándole las pegatinas en la recta previa a las dos últimas curvas. La Desmosedici hizo en ese momento 339.6 km/h y la M1 sólo 328.3. Y algo parecido sucedió con Miller al comenzar la última vuelta, en la recta de meta. Hubiera sido el tercer podio consecutivo para Mack, pero se tuvo que conformar con la cuarta plaza.
Mención especial merece la remontada de Dovizioso, que arrancaba décimo y logró un buen segundo para él que le dará moral para intentar retrasar al menos por una carrera la esperada coronación de Márquez. El subcampeón volvió a estar muy por encima de su compañero de box, porque Petrucci sólo pudo ser duodécimo y perdió así la tercera plaza de la general, que ahora ocupa Rins.
Completaron las diez primeras plazas Quartararo, Crutchlow, Aleix, Rossi, Rins y Nakagami. Más atrás terminaron Mir 14º, Rabat 15º y Lorenzo 20º. Lo del mallorquín es digno de estudio… Partía decimonoveno, se colocó decimotercero tras la salida y acabó penúltimo, peleando con un grupo que no le corresponde, por palmarés y por material, por mucho que la Honda no se adapte a él. Y lo hizo a 46 segundos de la cabeza, mucho peor que el medio minuto de pérdida que él mismo había vaticinado al acabar la carrera de Misano. Menos mal que el Repsol Honda tiene a Márquez. Con él en sus filas la vida es mucho más fácil y exitosa, tanto que en Taiandia volverán a ser campeones si le saca allí dos puntitos más a Dovizioso. El octavo cada vez está más cerca.