El GP de San Marino fue horroroso para los intereses de Ducati, con Dovizioso sexto, Miller noveno, Petrucci décimo, Rabat decimotercero, Abraham decimoséptimo y Bagnaia y Pirro fuera de carrera por caída. Sin embargo, eso no impidió que Gigi Dall’Igna, director general de la casa de Borgo Panigale, diera una lección de señorío y juego limpio en su conversación con As tras la prueba del Marco Simonccelli. El resumen es que Ducati se rinde a la superioridad de Márquez y pide al mismo tiempo que no le piten en Italia, como es costumbre masivamente cada vez que el campeón sube al podio en el país transalpino.
Dall’Igna sonríe, con gesto resignado, cuando se le pregunta si esta versión de Marc es imparable, y dice tras el séptimo triunfo del español, en Misano, donde Ducati dominó el año pasado que “ha hecho una carrera increíble. Se ha visto en el final de carrera la intensidad que llevaba dentro para hacer lo que ha hecho y ha estado impecable”.
Respecto a si esperaba su ataque final a Quartararo, asegura que “se veía que podía intentar el adelantamiento a Fabio y los campeones normalmente actúan así”. Y es que él sabía que ni siquiera los 88 puntos que le daban de ventaja sobre Dovizioso el segundo puesto, sin arriesgar, le hicieron ser conservador por una vez al campeón.
Sobre lo determinante que es contar con el heptacampeón para Honda en su guerra con las otras fábricas, Dall’Igna tiene claro que “Márquez es, seguramente, el mejor piloto que hay en la actualidad en MotoGP”. Y sobre las declaraciones que hizo Petrucci a As el pasado me de julio en Alemania, sobre la mala suerte que tenían todos de haber coincidido en el tiempo con un monstruo como el de Cervera, el ingeniero sabe que “siempre es así. Antes ocurrió con los que coincidieron con el mejor Rossi y luego ha pasado con Márquez. Cada temporada tiene al final un gran campeón que es superior a los demás”.
Respecto a los pitos que sus compatriotas le dedicaron al ganador de Misano, dejó esta sentencia: “Al piloto que gana una carrera fantástica hay que aplaudirle y no pitarle, sin más. Qué puedo decir. Estoy de acuerdo con los que piensan que es una falta de respeto”.