Las sospechosas averías en los motores Mercedes
Se han roto tres unidades de potencia a estrenar en Williams y Racing Point. Honda también exprime las suyas en Toro Rosso antes de pasar a Red Bull.
Mercedes va sobrado de fiabilidad y se permitió introducir su primera evolución en Canadá, séptima carrera, con el Mundial mucho más avanzado que sus rivales y siguiendo los plazos teóricos de un tercio de campeonato por unidad de potencia. En Montreal, durante los entrenamientos, se incendió el propulsor de Lance Stroll (Racing Point). La tercera versión, que llegó en Spa-Francorchamps, generó un leve incendio en el coche de Sergio Pérez este viernes (el mexicano tuvo que volver al motor anterior) y otro todavía más evidente en el Williams de Kubica, durante la clasificación, con humaredas de esas que ya no se ven en la F1.
El salto de prestaciones no era grande, Hamilton hablaba de dos centésimas con ironía, pero sí se esperaba consolidar esa fiabilidad, algo para lo que no ayudan las barbacoas. Lo curioso es que nunca se vean averías serias en la escudería oficial, la de Mercedes, sólo leves fugas o problemas de presión hidráulica más propias de una instalación defectuosa. Porque Ferrari no tiene limpia su hoja de servicios, pero las roturas también han llegado directamente a los monoplazas de Vettel y Leclerc, con un par de fiascos sonados en clasificación (Alemania) y carrera (Bahréin).
Y eso genera suspicacias en el ‘paddock’: es posible que los clientes de Mercedes expriman el propulsor desde el primer día de libres y que a partir de entonces, la escudería de Brackley ya sepa de lo que es capaz una unidad de potencia. También es cierto que con casi 150 puntos de ventaja en constructores, pueden utilizar modos de rodaje más conservadores. Lo que no es un secreto es que Honda sí utiliza los Toro Rosso para comprobar el potencial de su maquinaria: el viernes siempre están arriba en la tabla, con velocidades punta sorprendentes, y el sábado dan un paso atrás, cuando el resto de escuderías ponen en marcha los modos de ataque. Así encuentran información fundamental de rendimiento y kilometraje que después utiliza Red Bull.
No obstante, aquí nadie se libra de las sospechas: en Spa, el motor a estrenar de Giovinazzi se incendió el sábado, una semana antes de que lo monte la escudería oficial de Ferrari en Monza. Sin duda este suceso ha frenado esas intenciones de Binotto, aunque durante la semana se estudiará qué sucedió. Los equipos ‘top’ y los conejillos de Indias. Sólo se salvan los propulsores de Renault, aunque tras el desastre de McLaren en Bélgica…