Ferrari ya tiene un objetivo

Desde dentro del garaje de Ferrari lo lamentan. "Teníamos que haber ganado, fácil, dos carreras esta temporada. Y entonces todo parecería muy diferente", cuenta una fuente del equipo de Maranello. Se refiere a Bahréin, donde Leclerc firmó una pole espectacular y salió para ganar la carrera hasta que un leve cortocircuito en su motor le dejó sin potencia eléctrica, perdiendo posiciones hasta el tercer puesto final. Y también a Canadá, cuando Vettel cruzó primero la línea de meta, pero sancionado con cinco segundos que dieron el polémico triunfo a Hamilton.

En Austria, Verstappen ganó de igual a igual a Leclerc, simplemente tenían más ritmo y mejores neumáticos en el momento decisivo de la carrera. Pero en la temporada de la ilusión, del ‘campeón de invierno’ en los test, la escuadra de Binotto y compañía sigue de vacío con doce carreras disputadas. Sin aspiraciones de luchar por el título, con el subcampeonato cada vez más lejos (Verstappen ya amenaza a Bottas) y con la segunda posición de constructores más o menos consolidada, Ferrari se plantea ahora un objetivo para lo que resta de 2019: ganar carreras.

Lo confirma el propio Binotto, negando que vayan a centrase ahora exclusivamente en el monoplaza de 2020: "No creo que debamos hacerlo, tendremos las mismas reglas y lo que hagamos ahora repercutirá en el año que viene. Hay todavía muchas carreras, no hemos ganado ninguna esta temporada así que seguimos teniendo ese objetivo. Y haremos todo lo que podamos para conseguirlo". ¿Dónde? Hay dos oportunidades claras: Spa-Francorchamps y Monza. El primero, este fin de semana, exige mucha carga aerodinámica pero también velocidad punta. En Italia, directamente, los SF90 de Vettel y Leclerc son los claros favoritos por su temible ventaja de motor. "Influye más la potencia y deberíamos ser más competitivos allí, pero no hay nada garantizado. Nuestros rivales son fuertes, aunque es cierto que la situación será diferente de lo que se vioen Budapest e intentaremos prepararnos lo mejor posible para eso", justifica el suizo.

Porque, a pesar de todo, antes del parón veraniego acabaron a 43 segundos de la cabeza de carrera, algo injustificable. "Depende mucho de los circuitos porque quizás en Hockenheim teníamos el más rápido y en Budapest, donde se requiere una carga aerodinámica máxima, nosotros sufrimos. Incluso más en la carrera, porque en una vuelta se puede gestionar con los neumáticos, mientras que en distancias largas te deslizas, sobrecalientas las gomas y se vuelve todo mucho más complicado", finaliza Binotto.