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GP DE ALEMANIA | MOTOGP

La décima obra maestra del Káiser Márquez en Alemania

A pesar de que su Honda le hizo un extraño en la salida, se rehízo, lideró de principio a fin y firmó el 10º triunfo seguido en esta pista. Maverick y Crutchlow, podio.

SachsenringActualizado a
La décima obra maestra del Káiser Márquez en Alemania

Hay que ser muy bueno, pero mucho, mucho, para ganar diez veces consecutivas en un mismo circuito, y todas ellas además tras haber firmado la pole el día anterior. A ese nivel se maneja Marc Márquez, un piloto de leyenda que en el presente marcha camino de su octavo título mundial, el sexto en MotoGP, y que en Alemania es todo un káiser, donde se permite atravesar la meta cruzado de brazos.

No es nada aventurado o arriesgado asegurar algo así. Y es que son ya 58 puntos de ventaja los que tiene al frente de la general, tras las nueve primeras carreras del año, con diez por delante y, lo peor para sus rivales, con la sensación de que hay días en los que no tiene rival. Así se intuía en Sachsenring antes de la carrera, porque había mostrado más ritmo que nadie, y así lo dejó claro desde el primer momento.

A pesar de que su Honda le hizo un extraño en la salida, el campeón se rehízo en la primera curva, lideró de principio a fin para firmar el décimo triunfo consecutivo en esta pista. Fue a partir de la cuarta vuelta cuando rompió definitivamente la carrera. En el momento en el que Rins adelantó a Maverick y se convirtió en el primero de sus perseguidores, el ilerdense marcó dos vueltas rápidas consecutivas para estirar la ventaja hasta el segundo, y ya no decreció hasta cruzar la meta con 5.5 sobre Maverick, que terminó segundo.

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El de Yamaha heredó la segunda plaza gracias al fallo de Rins, que se fue al suelo en la decimonovena vuelta, cuando estaba a tres segundos de la cabeza y le sacaba uno al tercero. Fue en la curva 11, antes de afrontar la bajada del tobogán, el punto más delicado de todo el circuito y donde perdió la rueda delantera a 180 por hora. Fue un error suyo, como en Assen, el segundo consecutivo y todo un mazado para su moral.

A partir de ahí la emoción estuvo en la pelea por la segunda plaza, porque Crutchlow, que acabó tercero, no cejó en su empeño en todo momento de intentar superar al español. No lo hizo y Mack pudo completar una semana fantástica para él, con un primero y un segundo en ocho días.
Por detrás de ellos, se fajaron Petrucci, Dovizioso, Miller y Mir por la cuarta plaza en una divertida pelea que se saldó con ese orden en la entrada en meta. Al que se echó de menos en las posiciones de arriba esta vez fue a Quartararo, que se cayó en la segunda vuelta cuando era séptimo. Y a Rossi, que remató un fin de semana muy gris con la octava plaza. En cuanto al resto de españoles, caída de Aleix cuando rodaba noveno a dos vueltas del final. Rabat terminó undécimo y Pol duodécimo.

Y eso es todo lo que dio de sí MotoGP en el jardín de Márquez, donde ganó en 2010 con la 125cc, en 2011 y 2012 con la Moto2 y desde 2013 con la MotoGP. Y las que quedan, porque el Káiser de Sachsenring es insaciable.