El secreto de Bautista para hacer volar la Ducati Panigale V4R
Giulio Nava, mano derecha del talaverano en el garaje de Borgo Panigale, afirma que el líder de Superbike quiere una moto ágil y que gire bien: "Un poco como si fuera una 250cc".
Nadie conoce mejor a Álvaro Bautista que Giulio Nava. El italiano, jefe técnico de Bautista en el garaje de Borgo Panigale, se ha reencontrado esta temporada con el talaverano varios años después de su binomio en Aprilia.
Con algo más de la mitad del Mundial de Superbike 2019 ya disputado, Nava asegura, en una entrevista concedida a 'GPOne', que el secreto que ha encumbrado a su pupilo hasta la primera posición en la clasificación es una combinación entre pilotar la Panigale V4R como si fuera una 250cc y la riqueza de información y conocimiento acumulados por 'Bati' en su época de MotoGP.
“Bautista quiere una moto ágil, que gire bien y que permita tener buena velocidad en las curvas, un poco como si fuera una 250cc. La primera vez que condujo la Panigale V4R, de hecho, me dijo que le parecía como si fuera una vieja dos y medio. Creo que el talento marca la diferencia, pero hay otras dotes que se desarrollan con el tiempo. Correr en MotoGP, con el nivel actual, pilotar motos muy complejas por la variedad de reglamento y electrónica, en circuitos muy distintos entre sí, te da una riqueza de información y conocimiento de la que, incluso inconscientemente, puedes extraer. Quizás para otros pilotos, que están aquí desde hace tiempo, pasar de la V2 a la V4 ha sido un gran cambio, mientas Álvaro se ha encontrado con una página en blanco y ha comenzado a escribirla sin ideas preconcebidas. No sabría decir otra cosa, nosotros miramos a nuestro lado del box”, afirma Giulio Nava.
De igual modo, el lombardo confirma que Álvaro Bautista se encuentra muy cómodo en Aruba.it Racing Ducati, ya que siente que todas sus peticiones son escuchadas e intentadas ser resueltas por los técnicos italianos: “Pienso que Álvaro está contento de estar aquí, porque ha encontrado un buen ambiente y con Ducati, desde el punto de vista técnico, no nos podemos quejar. Somos escuchados y tratan de resolver cada una de nuestras peticiones. Pero es normal que un deportista no quiera nunca asentarse, es parte de la naturaleza de los pilotos fuertes. Es uno de los mejores con los que ha tenido la suerte de trabajar. La única reprimenda que quizás puedo hacerle es la de no ser, en ciertos momentos, lo suficientemente egoísta, y a veces paga por ello”.