Cara a cara con Andrea Dovizioso en el hospitality Ducati instalado en el paddock de Montmeló. La conversación se alarga hasta los veinte minutos, porque el italiano no es de los que consulta el reloj cuando está a gusto y no elude tema alguno. Habla de él y de sus opciones de título, de su nuevo compañero/amigo/rival que es Petrucci, de Márquez, del Lorenzo que tuvo al lado y del que está en Honda. Ojalá lo disfruten al leerle tanto como servidor al entrevistarle.
—Veo que ha cambiado la cara seria del domingo de Mugello, tras la carrera, por una más sonriente…
— (Se ríe). Estaba serio porque, si te quieres jugar el Mundial, de acabar primero a tercero en una carrera al sprint hay mucha diferencia y es normal que te enfades siendo tercero. Es muy simple. No había otro motivo. Te da rabia perder puntos por unas milésimas cuando tienes una ambición tan grande. Siempre soy autocrítico y podía haberlo hecho mejor, así que eso me disgusta. Fue una pena.
—¿Perdió porque Márquez se fue un poco largo en la primera curva de la última vuelta y usted también al seguir su referencia?
— No pude hacerlo de otra manera. Al llegar a la frenada, Márquez iba delante y yo a su lado, y la frenada la hicimos juntos. La referencia era entre nosotros dos y la curva era entre nosotros dos. Tenía que hacer la primera curva primero. Él entró largo y yo entré un poco largo. Él frenó muy tarde y yo tarde, pero no exagerado. No es justo decir que yo entré largo. Esa trazada vale rodando solo.
—En grupo deja un poco de hueco al que viene detrás.
— Cierto, pero yo debía controlar a Marc, no a Danilo.
—¿No esperaba el ataque de Petrucci?
— Me lo podía esperar, pero debía hacer la maniobra justa sobre Marc, no sobre Danilo. Y lo estaba consiguiendo, porque si no entra Danilo me la jugaba con Marc y hubiera salido yo delante, pero fue una lucha normal.
—En cualquier caso, queda claro que su enfado posterior a la carrera no era con Petrucci, ¿verdad?
— No, no. Él hizo lo que tenía que hacer.
—Fue luego muy extraño ver a su compañero pedirle disculpas después de ganar su primera carrera, ¿no le parece?
— (Se ríe). Me gustó mucho que me dedicara la victoria, sobre todo en un momento que era perfecto para él, porque es perfecto para un italiano conseguir en Mugello la primera. Tuvo la lucidez para recordar el trabajo que hemos hecho juntos. La gente del paddock no puede saber los detalles de lo que hemos hecho y por qué nos arriesgamos a hacer ciertas cosas. Él lo sabe bien, y yo también, y él se sintió en la obligación de agradecérmelo. Danilo sabe perfectamente que un resultado no se consigue nunca por un motivo, sino por ciertos aspectos, situaciones y conocimientos que te pueden desbloquear un poco. Son pequeños detalles los que te hacen hacer las cosas justas para conseguir resultados que nunca habías conseguido. Me gustó mucho, porque no estaba obligado a decir lo que dijo de mí y podía haberlo hecho en privado, sin que perdiera importancia. Fue una confirmación de la humildad de Danilo.
—Se les ve en muy buena sintonía.
— En ciertos aspectos es parecido a mí. Es humilde y tranquilo, una persona normal que no va de superestrella, aunque tenga resultados importantes y esté en el equipo que está. Él no se siente un dios en la tierra, como tantos pilotos que piensan sólo en ellos sino que es consciente de la realidad.
—En comparación con Lorenzo, ¿en qué es mejor y peor tener este año a Petrucci a su lado en el box?
— Decir mejor y peor es equivocado. Hay aspectos positivos y negativos en ambos casos. Cuando tienes un campeón como es Jorge.
—Perdón, un gran campeón…
— Eso lo dice él. (Sonríe). Cuando estás delante de un campeón como Jorge, hace cosas especiales con la moto cuando está en forma y te aporta información importante. Si usas bien esos datos, te puede ayudar a mejorar. Y eso es muy positivo. Lo negativo es que la relación no era fácil, pero como es normal tratándose de dos pilotos que quieren estar delante. Con Danilo es diferente. Yo le ofrecí mi mano porque he visto un potencial en él que casi ninguno ha visto, y se puede cortar el casi. Le faltaban ciertos aspectos para convertirse en un piloto top. Aceptando hacer el trabajo que hacemos, ha mejorado ciertos aspectos y, desde principio de año, ha conseguido puntos, ha ido mejorando y en Le Mans y en Mugello ha estado con los mejores. Decidimos trabajar juntos y él aceptó trabajar en aspectos que le faltaban. Vi un talento en él, decidimos trabajar juntos y eso nos está aportando a los dos. Estoy contento de haberlo visto antes de que sucediera. Tenemos una competitividad alta cuando hacemos motocross, flat track, jet ski o lo que sea. Eso nos mejora a los dos. Lo negativo es que corremos riesgos, pero es inevitable en este deporte tomar esos riesgos. Juntos llegamos lo más competitivos posible a los fines de semana de carreras.
—Petrucci dijo varias veces tras ganar en Italia que le ayudará a conseguir el título. ¿En qué le puede ayudar exactamente?
— Ayudar a un piloto no quiere decir hacer una estrategia de carrera. Ayudar a un piloto quiere decir trabajar juntos para conseguir los máximos resultados y, si estamos trabajando juntos en casa es para ser más competitivos en los fines de semana de carrera. En la carrera se ve el trabajo que haces, por eso es importante el trabajo en casa. Cuando se habla de los entrenamientos y se trabaja con determinados especialistas sobre ciertos aspectos, después está el trabajo en el fin de semana de carrera, que se habla de cómo se trabaja en cada sesión para conseguir resultados, soluciones y la posibilidad de mejorar o entrar en pista juntos como ya hemos hecho. Es hacer ese tipo de trabajo que después te sirve para la carrera. Este es el trabajo que debemos hacer y en donde él me puede ayudar, pero él está rodando fuerte y me puede ayudar a mí, pero yo también a él. Es un planteamiento claro desde noviembre del año pasado y no ha cambiado ni creo que cambiará. Es una idea recíproca, de cómo podemos trabajar para avanzar y lo estamos haciendo bien hasta ahora y trabajando así siempre se puede encontrar algo para mejorar.
—¿Y Dovi es más competitivo este año? Está a sólo 12 puntos de un Márquez que tiene 20 puntos más que el año pasado, y entonces estaba a 29 de él, aunque hay quien dice que usted este año es más conservador…
— Para mí, ha podido parecer un Dovi menos agresivo en tres carreras, las de Argentina, Texas y Jerez, pero no para mí sino para algunos periodistas, que no han leído bien la realidad. Sólo leen algunos detalles de la carrera y no la verdad. Si haces una carrera en la que llegas al final luchando y te supera otro piloto, parece que no has asumido riesgos y estás contento, pero, si por ejemplo analizas la carrera de Texas, la recuperación que hago y cómo he rodado de fuerte según los datos de la carrera, son muy interesantes y esto no puede ser visto en plan: ‘¡Ah! Podías haber hecho más o podías haber arriesgado más’. Eso es un razonamiento muy básico, ¡estúpido! Y lo mismo en Argentina o en Jerez. Ciertos periodistas que aseguran que no he arriesgado tanto tendrían que saber cuánto de competitiva era la moto para decir que no lo he intentado. No lo veo así, no veo esa descripción y demuestra hasta qué punto está el campeonato en general. Desde fuera no se ven igual las dificultades y la gente piensa que los pilotos tienen una moto mejor de lo que en realidad tienen.
—¿Se siente más fuerte que nunca al verse a sólo 12 puntos de Márquez?
— Fuerte sí, y más fuerte podría ser, pero no mucho más que otros años. Siempre se trabaja sobre ciertos detalles para continuar avanzando, ya que a este nivel hacer grandes saltos es imposible. Se tiene que trabajar poco a poco en los pequeños detalles, que es lo que permite hacer más.
—¿Qué siente al ver que la Honda de Márquez le aguanta en velocidad en la recta de Qatar o le supera en la de Mugello?
— Evaluar la Honda este año es muy difícil y no quiero comentar nada sobre la Honda, porque me cansa. Indudablemente que el motor es mejor. Han dado un paso adelante con respecto a otros años y eso es una ventaja, pero han hecho cambios en el chasis y lógicamente esos cambios no se pueden comentar desde fuera. Si esta moto se ha mejorado, como dice Marc, que se encuentra mejor con ella, o no es así como dicen los otros pilotos con respecto a otros años, no se puede saber. Por tanto, cuando peleas contra Marc y lo ves así de fuerte, es normal que enmascare ciertos defectos de la moto y no puedes ver la realidad de la moto. Por eso no es lógico decir que la Honda es tal o cual. Como tampoco no se puede saber de la mía esas cosas.
—¿Y qué piensa del papel de Lorenzo en Honda?
— No sé qué le falta, porque ya pasó en Ducati, que le faltaba y de repente empezó a ganar carreras. Sabemos que Jorge es muy particular como piloto y, sobre todo, como persona, pero siempre ha demostrado ser muy competitivo. Ha ganado títulos e incluso con la Ducati fue muy fuerte. Por eso no se puede decir nada pues hay pilotos que nunca llegarán a los resultados negativos de Jorge ni tampoco a los resultados positivos de Jorge. Es una cuestión de características y en este momento quizás no están saliendo las cosas, pero seguro que con el tiempo cambiará.
—¿Le puede ganar el Mundial este año a Márquez?
— No se puede saber si estoy mejor o peor, pero tenemos muchas posibilidades...
—¿Cuántas?
— No, no lo sé. Tienes que comprender que todo lo que hacemos se tiene que escribir. Yo puedo sentirme o ser más fuerte que cualquiera en este momento, pero lo tengo que escribir. Lo importante es salir y hacerlo bien, estar lúcido para escribir la historia. Es importante pensarlo, pero no lo estás escribiendo.
—Gracias y buena suerte.
— De nada. Es un placer.