McLaren: cordón sanitario entre la Indy y el equipo de Fórmula 1
Zak Brown separa competiciones y deja a un lado el desastre del óvalo. Los nuevos jefes, Andreas Seidl y James Key, ganan protagonismo.
Zak Brown ya había despachado las preguntas sobre la Indy antes de llegar a la rueda de prensa de jefes de equipo, donde quiso recalcar: "Aquí llevo la camisa de Fórmula 1". McLaren siempre ha separado sus dos principales vertientes competitivas, tanto para gestionar el proyecto y darle forma como para ejecutarlo en los últimos meses. El desastre de la Indy no salpica a la escudería, apenas hay nexos comunes más allá de Gil de Ferran, quien asumió el mando una vez pudo liberarse de la Fórmula 1 con el fichaje de Andreas Seidl. De hecho, del equipo de personal que se desplazó a la Indy apenas han reclutado a un par de efectivos que también forman parte de los reservas en la F1 que, por ejemplo, se desplazan a los test.
Además, desde McLaren aseguran que el proyecto de Indianápolis era financieramente independiente y perfectamente sostenible. La no clasificación no incurre en pérdidas. "No clasificarnos no tuvo ningún impacto financiero. Nuestros patrocinadores saben que en Indianápolis existe el riesgo de no clasificarse, aunque ninguno de nosotros pensase que ese sería el caso", aseguraba el norteamericano. Además, más allá del desafío de Fernando Alonso en busca de la Triple Corona que incluye las 500 Millas, la carrera es interesante desde el punto de vista estratégico para Woking: Estados Unidos fue el principal mercado en 2018 con unas 5.000 unidades vendidas.
Durante junio se evaluarán todos los pasos seguidos y se determinarán los errores, aunque en público no se señalará a ningún culpable. Se habla de Bob Fernley, quien tenía experiencia en la IndyCar (o en Force India) y debía ser el presidente del equipo, aunque ni siquiera apareció en la foto oficial porque fueron Zak y Gil quienes en la práctica asumieron las funciones de mando. Pero nada en Mónaco recuerda al suceso, y además las apariciones del nuevo ‘staff’ de McLaren están aumentando en las últimas semanas, sus caras se vuelven públicas: Seidl ya ejerce con ‘plenos poderes’ y es quien comparecerá en los ‘meet the team’ como principal responsable de la escudería y desde este sábado también se une a esos encuentros James Key, director técnico, quien llegó en marzo tras finalizar la suspensión en la que incurrió al romper su contrato con Toro Rosso.
Sin Zak en esa sesión con los medios se acaban las preguntas de Indy, sobre las que ya han dado suficientes explicaciones admitiendo incluso que a los test llegaron sin volante. Pero es que nada tiene que ver el ambiente de la F1 en McLaren, razonablemente optimista como cuarto equipo en la parrilla al margen de que Mónaco no sea su mejor escenario. De hecho, en Montreal sí se puede esperar un buen rendimiento del MCL34. En 2017, primer asalto McLaren-Alonso a la Indy, todo era felicidad en Estados Unidos (abandonó, pero luchó con los mejores y salió quinto) mientras en el Gran Circo la crisis con Honda era ya irreparable. Ahora, el drama se trasladó al óvalo, pero Carlos Sainz y Lando Norris sonríen moderadamente. Esta vez son ellos los que tienen el McLaren bueno.