“Me gusta ser líder y por eso iba con Rossi contra Dovizioso"

Marc Márquez le ha dedicado la primera victoria del año a José Luis Martínez: “Es mi mejor amigo y asistente. Hoy es su cumpleaños y no está aquí porque va a ser padre hoy, mañana o pasado. Va para él”. Y ha explicado con varias paradas para las risas la ilusión que le hace ser ya líder, tanto que incluso apoyó a Rossi en su pelea con Dovizioso por la segunda plaza. Quizá por eso le dio la mano después en la antesala del podio y el italiano se la aceptó.

-Esto es lo que se llama un repaso monumental. Vaya baño…

-(Se ríe). Creo que nunca había cogido en seco tanta distancia y ha sido uno de mis fines de semana más sólidos y más concentrado. Cuando tienes esta sensación tienes que saber aprovecharla. Es una lástima que den los mismos puntos por ganar con diez segundos que con uno, pero sí que te da un extra de confianza de cara al equipo y a la confianza, para que se vea que en Honda se están haciendo bien las cosas.

-¿Tenía especiales de ganar por lo acontecido el año pasado, cuando tiró a Rossi?

-Tenía ganas de hacer una carrera tranquila y de demostrar la velocidad del año pasado con la precisión necesaria y habiendo aprendido de los errores. El año pasado fui el primero que dijo que había cometido errores, fui penalizado por ello y estaba completamente de acuerdo. De eso me gusta aprender mucho y quería demostrar que puedo ser igual de rápido con más precisión.

-Viendo lo bien que va con su Honda, casi que no se la toquen y que ni le traigan el famoso deflector de la Ducati, ¿no?

-(Ríe). Van a llegar circuitos en los que vamos a sufrir más.

-No será Texas…

-Bueno, no se sabe. Yo siempre he aprendido que las expectativas bajas. Si luego llegamos y va bien, pues ese plus que tienes. Pero habrá que ver qué pasa cuando lleguemos y, de momento, a disfrutar de esta victoria. Como hemos ganado por diez segundos, parece que estamos en otro mundo, pero no, la distancia es sólo de cuatro puntos sobre Dovizioso.

-¿Tranquiliza esta victoria todo lo vivido en invierno con el hombro?

-Qatar ya me tranquilizó. Texas será un circuito más físico, de los más del campeonato, pero no espero tener problemas allí.

-¿Qué le dice liderar el campeonato en la segunda carrera?

-Me gusta liderarlo. De hecho, he mirado por las pantallas cómo iban Rossi y Dovizioso, porque se estaban jugando el segundo puesto y esta vez he apoyado más a Rossi que a Dovi. (Se parte de risa). ¡Cosas de la vida!

-¿Sabía en la parrilla que se podría escapar?

-Más que en la parrilla, antes de la carrera. Los papeles decían que era el que tenía el más ritmo y he intentado marcar las diferencias en las siete primeras vueltas y luego mantenerlo.

-¿Es más difícil concentrarse cuando se va con tanta ventaja?

-Desde el muro veía unas manos que me pedían que me relajase. Sabía que era Alberto (Puig) o Emilio (Alzamora), porque siempre son ellos. Cuando eres ex piloto lo sabes. Luego me han dicho que era Alberto, pero cuando bajas el ritmo te desconcentras. No estaba en riesgo de caerme y mantenía un ritmo fuerte pero sin pasarme de rosca.

-¿Siente que le acompaña una Honda enorme?

-La moto va mejorando, pero las otras también. Ducati se va inventando cosas que mejoran la moto. Yamaha parecía que no estaba, y está, como se ve con Rossi. Cuando llega la hora de la verdad, los nombres de siempre aparecen.

-¿Ha sentido más apoyo del que esperaba del público argentino?

-La verdad es que sí. Honestamente, tenía dudas de qué pasaría, porque el año pasado casi que salí dentro de un coche camuflado. (Vuelve a reírse). Pero he sentido un cariño muy bueno, sobre todo en el podio, donde han coreado mi nombre. Es como la España trasladada a Argentina, porque son latinos igual, con el mismo idioma, y me he sentido muy bien durante todo el fin de semana. También tengo hinchas aquí y me he parado en la grada del 93. Cuando el ambiente acompaña, ayuda a estar concentrado.

-¿Tiene mucho feeling con esta pista?

-Sí, pero es de blanco y negro, de ganar o caerme.