Alonso lleva un 25% más de público que en 2018
La participación del asturiano como gran estrella hizo que el SuperSebring fuera uno de los grandes eventos del año en EE UU con 139 coches y todas las entradas vendidas.
Estaban por todas partes a la entrada del circuito, con sus carteles en los que buscaban entradas para después revenderlas o quizá alguno solo buscaba para poder entrar a las carreras de Sebring. Y es que, un día antes solo quedaban en la curva siete a 639 dólares, el resto estaba todo vendido. Y al final también incluso esas estuvieron ocupadas. ¿Gradas? No, eso apenas hay en Sebring, lo que hay es un inmenso párking alrededor del circuito donde el público llega y coloca su caravana o su coche o su tienda de campaña o lo que considere y desde ahí ven las carreras, muchos se traen sus hornos de leña para hacer barbacoas.
Y este año, según confirmaron a As fuentes de la organización del circuito, hubo un 25% más de público que el pasado año, también por la carrera del WEC, pero sobre todo y así lo dijeron por la presencia de Fernando Alonso en su pista. El propio CEO del WEC, Gerard Neveu, estuvo hablando de la importancia de tener al asturiano en su campeonato “como reclamo para los aficionados”.
Pero es que el SúperSebring, así lo han llamado este año, tuvo récord también de participación con cuatro carreras diferentes, la del WEC con 34 coches, las 12 Horas del IMSA con 38 y después otras dos de soporte, la Michelin Pilot con 42 coches y la Prototipo Challengue con 25 para un total de 139 coches con sus respectivos equipos. En cuanto a la afluencia, fue de 88.000 los días de entrenamientos, llegó a los 140.000 el jueves y para las dos carreras principales estuvieron cerca de las doscientas mil personas. Y es que “aquí todo es cámping, solo hay una grada pequeña pero el 99% es una especie de párking o cámping. Es algo distinto”. Seguro...