Gary Paffett: "En la Fórmula E no hay pilotos de pago, a todos nos pagan por ser rápidos"
El británico deja el DTM como campeón y se une a HWA Racelab, equipo satélite de Mercedes. "Sin el ruido del motor pierdo mucha información", dice.
Gary Paffett se marcha del DTM como campeón, el último de Mercedes, en el campeonato, y con nuevos desafíos en su exitosa carrera. Con 37 años de experiencia se adentra en la Fórmula E, un campeonato joven, para ser parte del equipo HWA Racelab que dentro de un año absorberá la firma de la estrella. Para entonces quieren estar luchando por las victorias, de momento se conforman con aprender y progresar. El británico, educado en todas sus respuestas, explica su adaptación al monoplaza eléctrico y defiende el nivel de los pilotos del campeonato. Este sábado, en Arabia Saudí, comienza la quinta temporada eléctrica.
-En sus inicios como piloto, ¿se imaginó alguna vez al volante de un coche eléctrico?
-No, nunca. Cuando empecé a correr, incluso como profesional, ni siquiera había coches eléctricos en la carretera. He visto crecer la Fórmula E desde sus comienzos, aunque la primera vez que lo vi no pensaba que me uniría al campeonato. Ha crecido y los fabricantes se han interesado mucho, pero el hecho decisivo fue que Mercedes dejara el DTM. Yo era muy feliz con ellos, pero si se marchaban no quería correr con otra marca. Entonces pude probar el coche de Venturi en Marrakech y me gustó, lo vi más claro.
-La Fórmula E es un campeonato joven y Mercedes tenía en el DTM a cinco pilotos más jóvenes que usted...
-Bueno, les gané a todos este año… ("Eh, eh", interrumpe Dani Juncadella entre risas). A veces tienes que demostrarte a ti mismo lo que puedes hacer, pero en este caso no sólo soy yo quien llega al equipo, sino que construimos un equipo completo y yo vengo con mi experiencia pilotando, pero también desarrollando cosas o tratando con ingenieros.
-Ha pilotado coches muy rápidos, ¿qué le parece este?
-A ver, no es el más rápido que he pilotado, pero tiene poco agarre porque no usamos neumáticos lisos y la carga aerodinámica tampoco es grande, así que la sensación de velocidad es alta. Lo que influye es la percepción de velocidad, no importa tanto lo rápido que es un coche como el hecho de que lo llevas al límite, deslizándote, y todo transcurre muy deprisa.
-¿Y lo de correr sin ruido?
-Sí, es muy extraño, lleva tiempo acostumbrarse. En mi caso es porque pierdo mucha información, con el ruido del motor escuchas cómo se engrana una marcha, si la tracción es correcta o si una rueda está patinando. Sin ruido te falta ese retorno, y tienes que encontrarlo de otras maneras. Eso lo echo de menos, aunque también puedes escuchar mejor el aire o las ruedas al bloquear.
-¿Cuánto tiempo necesitará para ser competitivo con un coche tan diferente?
-Cuando consiga ser competitivo se lo diré (se ríe), pero por ahora es más tiempo del que ya llevo. Necesito más test y preparación para llegar a estar contento, este año me sentí totalmente cómodo en cualquier carrera del DTM y todavía me queda mucho camino para alcanzar mi zona de confort y competir al máximo nivel aquí, no estoy donde quiero estar.
-¿Cómo ve a Vandoorne? Esta no era su primera opción...
-Está claro, pero está bien. Tiene mucho talento y está centrado. Es muy buen chico, yo no le conocía de antes y nos hemos llevado bien. El equipo ha encontrado un gran piloto.
-Aquí tiene ejemplos de que hay vida más allá de la F1…
-Sí, hay buenos ejemplos en la Fórmula E. Algunos estuvieron en la F1 y este año entramos tres del DTM. No es una categoría en la que están los que no han podido llegar (a la F1), hay pilotos profesionales con buenos resultados que han elegido venir. No hay que avergonzarse, se viene a competir al más alto nivel. La F1 sigue siendo la cima del automovilismo, lo sabemos, pero la mitad de sus pilotos son profesionales y la otra mitad paga por estar. Aquí todos somos profesionales, no hay pilotos de pago. Nos pagan por ser rápidos.
El último campeón de Mercedes en el DTM
"¿Lo que más echaré de menos del DTM? Pilotar esos coches. Y la gente, de todos los equipos, es una gran familia", dice Gary Paffett. Con 37 años, ha pasado media vida dentro de un Mercedes en el campeonato alemán, que ganó en 2005 y este año, 2018. Tiene algo en común con su compañero en HWA, Vandoorne: a ambos les fue regular en McLaren. Paffett fue piloto de desarrollo junto a De la Rosa en 2006, entonces era uno de los británicos con más proyección en la F1, pero un año después Hamilton le pasó por la derecha. Continuó buscando asientos de F1 y se mantuvo en Woking hasta 2014, cuando terminó la era McLaren-Mercedes, pero mientras se desvanecían sus opciones en ese paddock seguía brillando en el DTM, que deja con 23 victorias y 48 podios y como campeón, el último con una estrella en su coche.