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FÓRMULA 1

Ferrari no aprovecha el mejor monoplaza de la parrilla

Vettel llega al parón a 24 puntos de Hamilton pese a haber tenido el coche más rápido gracias a una gran evolución en su motor que ha provocado las sospechas de la FIA.

Hungaroring
Ferrari no aprovecha el mejor monoplaza de la parrilla
Mark ThompsonGetty Images

No es una ciencia exacta. Hay dos silogismos en el universo de la Fórmula 1 que normalmente son ciertos: el equipo que más dinero tiene consigue el mejor coche, el mejor coche siempre gana. A veces estas máximas no se cumplen. Sucedió en 2005 cuando Fernando Alonso ganó el título con aquel Renault pese a que el McLaren era más veloz, ocurrió algo similar un año después, tras ilegalizar el mass damper el coche del asturiano pasó a ser algo más lento que el Ferrari de Michael Schumacher, aunque no siempre, dependía de los circuitos, de los neumáticos… era otra Fórmula 1. Un año después McLaren desaprovecharía uno de los mejores coches de los últimos años en aquella batalla de Hamilton, Alonso; Ron Dennis… y ganó Kimi con el Ferrari.

A partir de entonces siempre ha ganado el coche más veloz, del McLaren de 2008 con Hamilton, al Brawn GP del doble difusor un año más tarde pasando por los Red Bull de los difusores soplados de 2010 a 2012 y los cuatro años que llevamos de un Mercedes con Hamilton y Rosberg que supieron construir el motor hibrido más evolucionado. Cada época ha tenido su polémica, su ingenio mecánico que, en algunos casos, fue después ilegalizado, ya hemos hablado de Brawn y los coches azules de Vettel y Newey, en ambos casos sus ocurrencias aerodinámicas se prohibieron después.

Y Mercedes tuvo muy buena información sobre las unidades de potencia que venían y por eso se preparó mejor que nadie mientras Ferrari y Red Bull luchaban por los títulos, además de los, a veces, sospechosos neumáticos que se adaptan mejor a determinados coches. Ahora es Ferrari el equipo con el mejor monoplaza y eso ha provocado las sospechas del resto de fabricantes como Mercedes o Renault. La FIA ha investigado en dos ocasiones al menos sus soluciones con las baterías y la potencia que consiguen. De momento sin resultados.

Sea como fuere lo cierto es que Ferrari ha logrado un gran coche y que además es superior en potencia al resto, incluido Mercedes. Pero llegamos al parón de verano con un Mercedes, el de Lewis Hamilton, en lo más alto de la tabla clasificatoria. ¿Por qué?

La realidad es que gran parte de culpa la tiene un Sebastian Vettel que ha mezclado algunas actuaciones excelsas con otras decepcionantes. Ganó en Australia y Bahréin, pero ya en China, primero un error de estrategia permitió a los Mercedes pasarle pese a haber logrado la pole y después sufrió a un desatado Verstappen que se lo llevó por delante (aunque también perjudicó a Hamilton) y terminó séptimo cuando era líder. Pero ha habido otras carreras en las que podía haber ganado que no han terminado como debían para el alemán por errores propios. En Bakú el choque de los Red Bull hizo que saliera el coche de seguridad cuando Vettel tenía la carrera ganada y después se lanzó a adelantar a Bottas, se fue largo, hizo un plano en los neumáticos y terminó cuarto.

En Francia llegó otro error de Seb cuando chocó en la primera curva con Bottas, fue sancionado con cinco segundos y finalmente terminó quinto. Pero el error más grave fue el que tuvo en Alemania, era líder destacado, pero apareció la lluvia, se chocó en una curva aparentemente sencilla y el triunfo fue para Hamilton que llegó en una tremenda remontada desde muy atrás. En Hungría estaban destinados a ganar, pero la lluvia primero y el gran ritmo de Hamilton en carrera después le dejaron segundo. Mientras, Hamilton ha sabido sacar el máximo provecho de su coche en los circuitos que le eran favorables como España y Francia y ganar en otros en los que aprovechó los fallos de sus rivales. Quedan aún muchas carreras y en cada uno de los circuitos que quedan Vettel puede brillar. Ya lo hizo, por ejemplo, en 2010 y 2012, aunque aquel Red Bull con sus escapes sopladores era perfecto para él, este Ferrari quizá no tanto. ¿Qué tendrá?