Rabat: "Me dicen que me gusta hacer barbacoa en Montmeló"
El del Reale Avintia protagonizó una de las imágenes del pasado GP al inciendiarse por segunda vez en unos días su Ducati en ese trazado.
En marcha como está ya el GP de Holanda, en el box del Reale Avintia de MotoGP aún se gasta alguna broma con Tito Rabat y con su 'afición' por las barbacoas en el circuito de Montmeló, de donde viene el Mundial. Y es que el campeón de Moto2 protagonizó una de las imágenes del fin de semana catalán al incendiarse su Ducati en plena recta, lo que le obligó a frenar lo que pudo y a saltar de la moto en cuanto llegó a la escapatoria. Y el caso es que era la segunda vez que su Desmosedici se covertía en una gran bola de fuego, porque en el test que hubo allí mismo unas semanas antes también sucedió, fruto de una dura caída a la salida de la última curva. Por fortuna, todo ello ha quedado en anécdota y ahora lo recuerda con una amplia sonrisa.
"No me llegué a quemar el culo sino sólo un poco el pie izquierdo. Sentía que me quemaba, pero no me quemé realmente y fue sólo la bota la que se recalentó. Me dio tiempo a frenar algo y no tuve que tirarme en marcha", asegura Rabat antes de relatar lo que pasó: "Pensé que era un problema del motor, pero por suerte no fue eso sino del escape, que se agujereó. Eso me vino bien, porque ya perdimos un motor en Jerez que no funcionaba bien, así que vamos un poco justos en este sentido, pero el de Montmeló es reutilizable".
Volviendo al momento de las espectaculares llamaradas, dice: "Sentí el calor y, cuando bajé la mirada y vi las llamas, intenté que me diera tiempo a frenar antes de tirarme, y al final frené y me tiré". Tras el susto incial, vino luego el cachondeo: "Me gastaron bromas al llegar al box y me dijeron que siempre que vengo a Montmeló me gusta hacer barbacoa, porque en el test previo a la carrera, también acabó en barbacoa con la caída que tuve en la entrada a la recta de meta”. Y el trabajo junto a los responsables técnicos de Ducati para entender lo sucedido: "Es una pasada ver en el box a Dall’Igna y a tanto mecánico e ingeniero de Ducati. Te tratan como un piloto más de su fábrica y eso es porque das gas. Me preguntaron si había hecho algo, pero yo no hice nada, y se vio en la telemetría que iba a fondo en la recta y que antes de cortar gas pasó esto. No hice nada raro ni ningún cambio raro”.
Sin duda, lo peor de todo aquello fue perder un valioso octavo puesto que tenía muy a tiro: "La pena fue que estaba cerca de conseguir un buen resultado en un fin de semana impresionante para nosotros. Funcionamos muy bien la moto y nosotros, pasando directamente a la Q2, yendo rápido en el warm up y en todos los entrenamientos. Lo mejor es que sacamos conclusiones claras de por dónde mejorar y que mi confianza creció, tanto que está por las nubes”.