Ferrari domina el viernes, Alonso y Sainz lejos del podio

En el Hotel Intercontinental Regency Bahrain los ingenieros de Ferrari desayunan a las diez de la mañana, mientras algunos mecánicos cogen el minibus que los lleva ya de camino al circuito de Sakhir. Hablan entre ellos, de Fórmula 1, claro, de su equipo, de sus pilotos. Y de momento aquí la sorpresa es Kimi Raikkonen. Hay quien dice por el paddock que el coche italiano de esta temporada le va mejor al finlandés que a su compañero, cuatro veces campeón del mundo, Sebastian Vettel.

El alemán ganó en Australia, pero sin esa táctica prodigiosa de Iñaki Rueda y sus muchachos del muro Kimi hubiera terminado por delante de Seb, que fue peor que Iceman durante buena parte del fin de semana. Y este viernes de Bahrain también estuvo a un nivel excelente, tanto que fue el más rápido de la jornada en la noche del circuito del desierto. Tras Kimi se situó Vettel, después los Mercedes (Hamilton tiene cinco puestos de sanción en la parrilla por cambiar la caja de cambios) y los Red Bull.

Pero siempre hay un borrón, por eso en las últimas vueltas de la segunda sesión un problema con su coche dejó a Kimi en la cuneta. Regresó al garaje en una Suzuki Hayabusa 1300R con un comisario que, por supuesto, no llevaba casco. Un clásico de Bahrain. Pero más allá de la anécdota final las sensaciones son muy buenas, tanto a una vuelta como en ritmo de carrera.

Es ahí donde, al menos, cumple el Mclaren Renault de Fernando Alonso, con una buena tanda larga. Lejos de los tres mejores, cerca de seis décimas con el Ferrari con neumáticos blandos, pero no tanto como el 1.4 segundos que marca su registro a una vuelta para ser noveno justo por delante de Vandoorne en un circuito que se le da muy bien al belga. En cualquier caso, muy lejos se ve el podio desde el lugar que ocupa el asturiano. A no se que suceda algo extraño, y en el desierto todo puede pasar.

Situación similar para Carlos Sainz, aunque en su caso ve a su compañero Nico Hulkenberg séptimo, lo que hace esperar cosas buenas del Renault en este trazado. El madrileño acabó duodécimo con algún problema en su monoplaza, pero con buenos tiempos con los blandos también. Los superblandos se degradan demasiado pronto y eso será un problema en la carrera porque se espera más calor.

Más atrás de los nuestros esta vez los Haas, pese a sus buenos primeros libres, pero con la sorpresa de Pierre Gasly con el Toro Rosso… Honda, por delante de Alonso, apenas unas milésimas. Otra cosa es Hartley, último y con muchos problemas. En cualquier caso, empezó Ferrari mandando, con Mercedes por detrás y Red Bull algo más lejos. Después Alonso y Sainz y sus compañeros, y los Haas y un Toro Rosso, y los Force India por allí y… una melé de rugby en medio del desierto.