'Coach': dícese del retiro dorado para expilotos mundialistas
Desde que Rossi introdujo en su box a Cadalora como consejero y analista de pista, han proliferado los Gibernau, Fonsi, Xaus, Debón o Simón.
Desde que Valentino Rossi introdujo en su box hace dos temporadas a Luca Cadalora en el papel de coach, una especie de consejero y analista de pista de lo que hacen los pilotos para los que trabajan y de los rivales, han proliferado los expilotos mundialistas que ahora desempeñan esta función. Tanto es así que bien podría entenderse como una especie de retiro dorado para ellos, porque les permite seguir inmersos en la competición y en el mundo de MotoGP que tanto les apasiona, y sin la obligación ya de jugarse el bigote encima de la moto.
Es una figura de moda en MotoGP, pero este papel que desempeña Cadalora con Rossi ya lo hacía previamente Wilco Zeelenberg con Jorge Lorenzo, aunque con otra denominación, y lo sigue ejerciendo en la actualidad con Maverick Viñales. También lo ha hecho desde siempre Emilio Alzamora con Marc Márquez y Alberto Puig con Dani Pedrosa. Los que sí han llegado más recientemente con el cargo de coach han sido Sete Gibernau, que desde el año pasado está al lado de Dani Pedrosa; Fonsi Nieto, que se incorpora a partir de esta temporada al Alma Pramac para trabajar con Danilo Petrucci y Jack Miller, aunque tiene mucha más incidencia en el australiano, por su juventud; Rubén Xaus, que llega al box del Reale Avintia de la mano del debutante Xavier Simeon, aunque dice que "en principio es sólo para esta carrera"; Álex Debón, en su caso en el box oficial Ducati junto a Jorge Lorenzo; y Julián Simón, que ha dejado de ser el coach de Tito Rabat para ejercer ese puesto en el Estrella Galicia de Moto3, con Alonso López y Arón Canet.
Se dice siempre que la experiencia es un grado y en MotoGP esa experiencia la están aprovechando muchos pilotos. En este GP de Qatar hay más coach que nunca y tiene pinta de que seguirán apareciendo más en el futuro. Los pilotos que les contratan valoran su ojo clínico, para también la manera de contar las cosas y, sobre todo, de entenderles. Nadie lo hace como ellos, porque han estado en su piel antes y eso no lo puede decir cualquiera. En el caso de Lorenzo y Debón, además, el valenciano fue el guardaespaldas del mallorquín en 2006 camino de su primer título de 250cc, y eso no lo olvida el pentacampeón.