Un año después de que el proceso electoral quedara en suspenso por un juez al ser impugnado y tras ser ratificado por la asamblea con el 96% de los votos, Manuel Casado (58 años) ya es el presidente a todos los efectos de la Real Federación Motociclista Española . Este empresario del sector de los áridos y el hormigón, que ya fue vicepresidente con Juan Álvarez de 1994 a 2007, llega al cargo con ganas, ilusión y voluntad de cambio, como explicó a As .
—Fin del culebrón. Imagino que tenía ganas de poder ejercer ya como presidente.
—Sí, estoy contento. Ya se estaba dilatando por dilatarlo, sin sentido y además en unas fechas muy malas de cara a preparar el próximo año, cerrar presupuestos, calendarios...
— El motociclismo en España le quería como dirigente como reflejó en las elecciones de 2016 y en la votación de la asamblea del pasado domingo.
— El momento debía haber sido el 4 de diciembre del pasado año, pero hubo una serie de movimientos judiciales que no han servido para nada. Se creó una expectativa de duda que no tenía base. Al final la justicia nos ha dado la razón en la parte que afectaba a la paralización de las elecciones. Otra cosa es la investigación por una posible falsedad, que creo quedará en nada, pero hay que esperar que acabe el proceso.
— Estamos hablando de una impugnación de 8 votos sobre 368 y usted sacó 297. Más allá de lo que decida la justicia al respecto, la unanimidad era rotunda. ¿Qué sentido tenía dilatar tanto el proceso?
— Sólo uno, el dinero que han podido seguir cobrando una serie de personas que han estado en la RFME o vinculados a ella. Todo lo que se trató de hacer ver como una estafa... era imposible que afectase a las elecciones por el número de votos en cuestión. Es lo que se le ha demostrado a la juez de Valencia, lo que pasa es que los tiempos judiciales son lentos. Además, el problema siguió ya que tras levantarse la cautelar los miembros que siguieron en la comisión gestora que dejó el señor Viladoms han seguido dilatando las elecciones desde el 7 de julio hasta el 26 de noviembre. Y menos mal que al final actuó el CSD, si no...
— Integridad, transparencia y equipo son los tres pilares de su programa. ¿Una declaración de intenciones del cambio que quiere dar a la RFME?
— Está claro que sí, ahora hay que ponerlo en la práctica. Ya renuncié al salario como presidente, que era el primer paso que podía dar, y desde luego haremos todo con transparencia, organización y en equipo.
— Leyendo puntos básicos de su programa, incide mucho en el equipo, algo que difiere de la demasiado habitual figura individualista del presidente.
— Desde luego que sí, ese es uno de los orígenes del enfrentamiento que se ha producido en el motociclismo en los últimos años. Yo creo en el equipo aunque evidentemente la responsabilidad final será mía, pero lo mejor es saber delegar para que se cumplan las ideas acordadas. Todos deben aportar y para eso hay que contar con un equipo profesional y experimentado, escuchar a las federaciones territoriales... El que desee trabajar va a tener cabida en la RFME, el que solo quiera estar para lucir palmito o beneficiarse lo tendrá mal.
— Adelántenos alguna de la medidas inmediatas que tomara la RFME bajo su mandato.
— No hay ninguna medida muy impresionante de primeras, pero habrá cambios pronto como la intención de que no suban las licencias, que en los últimos tres años crecieron entre un 60 y un 80%; y queremos una licencia única para competir a nivel nacional.
— Usted fue piloto de trial y enduro, disciplinas más minoritarias que estarán felices con un presidente de campo...
— Puede ser (ríe) . Son especialidades con más dificultades de imagen, patrocinio... y sobre todo a nivel de la práctica en el campo. El tema medioambiental es difícil de solucionar y debemos mentalizarnos que las transferencias están en las comunidades autónomas. Hay que lograr áreas para practicar en todas las regiones porque lo que no podemos es ir contra la ley. No habrá milagros, somos un colectivo minoritario y será difícil, pero vamos a luchar.
— ¿La implantación de la moto eléctrica sería una solución?
— Es una vía que disminuye el impacto que podemos generar y permitiría intentar modificar la legislación para tratar de acceder con estos vehículos.