Aleix intentará estar en el final encima de una Aprilia especial
Se fracturó un metacarpiano de la mano izquierda en Australia y, aún con dolor, intentará subirse a una RS-GP pintada de rojo.
"¡La mano se ve mal! De todas formas, nos vamos a Valencia para el último gran premio de la temporada. ¡Vamos a intentarlo!". De esta forma, y adjuntando una foto de su mano izquierda operada, anunciaba Aleix Espargaró en su cuenta oficial de 'Twitter' que intentará acabar 2017 subido encima de su Aprilia. Se fracturó el cuarto metacarpiano al caerse en Phillip Island y se perdió el GP de Malasia, pero no quiere tener la misma suerte en Valencia y, aunque su mano no está recuperada plenamente, confía en correr.
"Desafortunadamente, el nuestro es un deporte peligroso y estas cosas pueden suceder, pero tengo confianza. Mi mano está mejor y, a pesar de que todavía hay algo de dolor, daré el cien por cien. Todo el equipo y yo merecemos terminar esta temporada bien. Hemos trabajado duro y queremos abordar la preparación para 2018 con la confianza adecuada", dice el catalán, que tendrá que recibir hoy jueves el visto bueno en el chequeo médico al que se someterá en el Ricardo Tormo para hacer efectivo su regreso.
"No puedo esperar para volver al sillín, ¡he echado de menos la RS-GP! Lamenté perderme la carrera de Malasia por la lesión", agrega el mayor de los Espargaró. Si finalmente recibe el OK, se subirá a una Aprilia muy especial. La montura de la marca italiana correrá el gran premio valenciano completamente pintada de rojo por una colaboración con (RED), una organización que lucha contra el SIDA, algo que se repite puesto que también disputaron la cita final del año pasado con los mismos colores.