Jorge Lorenzo: seis carreras para evitar un año en blanco
El proceso de adaptación a la Ducati continúa, pero su compañero es líder del Mundial con cuatro triunfos este año y él sólo suma un podio.
Pocos pilotos han tenido el valor de bajarse de una moto campeona para buscar la victoria con otra que no lo es. Jorge Lorenzo lo hizo, dejó la Yamaha que tan bien conocía para subirse desde esta temporada a la Ducati que sólo Casey Stoner ha sido capaz de comprender del todo. En Borgo Panigale querían un piloto top, como lo fue el australiano, para poder luchar por el Mundial. Y ya luchan por el Mundial, pero no de la forma que esperaban.
Cuando llega el gran premio 12+1 de la temporada, Andrea Dovizioso lidera la clasificación y confirma con cuatro victorias este año que la Desmosedici sí es una moto que permite disputar el campeonato. En su quinta campaña vestido de rojo, el piloto italiano ha aprovechado el salto de calidad de su fábrica. Pero es a Lorenzo a quien la mayoría imaginaba al menos ahí, en la pelea por las victorias, y más teniendo en cuenta que este Mundial será uno de los más apretados de siempre con cinco pilotos aún separados por sólo 35 puntos.
El proceso de adaptación se alarga y los resultados no llegan: su mejor puesto este año es el tercero logrado en Jerez que tan esperanzador resultó, porque era la cuarta carrera del año. Desde entonces se han visto progresos: primera vez liderando una carrera (Mugello), primera vez saliendo desde la fila inicial (Cataluña), primer fin de semana realmente sólido (Austria, lideró 12 vueltas)... pero la primera victoria se resiste tras pasar trazados que podían beneficiar a su montura. Y que Dovi sí aprovecha.
Características. La potencia es el punto fuerte de la Ducati, la moto más rápida (361 km/h en Mugello). También su frenada. Pero Lorenzo es un piloto fino: en él hay más precisión que agresividad, destaca por su paso por curva y por el ritmo de carrera que puede imprimir durante 30 vueltas. Llega más lejos escapándose que peleando en grupos, y la Desmosedici todavía es una moto de batallas, de uno contra uno.
Se arriesga a terminar el año sin victorias, que sin duda sería un mal comienzo en su andadura con los italianos. Y sin embargo él sigue transmitiendo tranquilidad. “La carrera de Silverstone fue positiva en muchos aspectos. Acabamos más cerca que nunca del ganador y además Dovizioso se colocó líder del Mundial, el ambiente en el equipo es muy bueno. El objetivo en San Marino será confirmar esta línea ascendente de las últimas carreras, donde he cogido experiencia y confianza”, dice Jorge al llegar a Misano. Será su primera opción de seis para romper la sequía en 2017.
En Misano suma tres victorias
Lorenzo suma tres victorias en Misano, la pista que desde hoy acoge el GP de San Marino. Las conquistó de forma consecutiva en 2011, 2012 y 2013 y el circuito está a 90 minutos por autovía de Borgo Panigale. Una buena opción para abrir la lata antes de que lleguen MotorLand, Motegi, Phillip Island, Sepang o Cheste, donde ganó cuatro veces con la Yamaha.