Márquez es la salsa de casi todas las batallas de MotoGP
Ha perdido algo de efectividad en los mano a mano de última vuelta, pero en Silverstone 13 o Assen 15 dejó finales para el recuerdo.
Estuvo sembrado ayer Marc Márquez ante los periodistas tras caer en el Red Bull Ring con Andrea Dovizioso por sólo 176 milésimas, después de un duelo en el que se adelantaron hasta 12 + 1 veces y en el que lo intentó a la desesperada en la última curva. El pentacampeón dijo cosas como que si no lo hubiera intentado no se hubiera ido a dormir tranquilo, que carreras como esa de Austria eran buenas para el espectáculo y que se volvía a tener corazón sobre su Honda para lanzarse a por desafíos casi imposibles.
Y es de agradecer ese planteamiento, sobre todo porque no es sólo palabrería y lo refleja en la pista cada vez que llega a un final apretado de carrera con la victoria de por medio. Repasando sus últimos finales de infarto, es cierto que el español ha perdido efectividad en los mano a mano de última vuelta, pero es de justicia reconocerle que es la salsa de casi todas las batallas de MotoGP. Y es que en sus derrotas de Silverstone 13, Assen 15, Mugello 16 y Red Bull Ring 17 dejó finales para el recuerdo.
La de Austria está muy fresca, con ese intento en la cerrada curva de derechas que Dovizioso se vio venir, porque sintió el motor de la Honda, y que le llevó a levantar su moto para evitar el toque y sabiendo que recuperaría la primera plaza a la hora de acelerar, como así fue. Cuánto no habría sufrido el de Ducati que al verse ya ganador, a pocos metros de la meta, le hizo un gesto a Márquez con el brazo en el que le mandaba a paseo, aunque fue sólo fruto del calentón del momento, porque luego dio gusto ver a ambos felicitarse sonriendo y abrazándose a pie de podio.
El año pasado, en Mugello, cayó por sólo 19 milésimas ante Lorenzo, que le abrasó en la recta por aceleración de su Yamaha, mejor entonces que la de la Honda, después de que se inventara un par de adelantamientos alucinantes en la última vuelta. Dos años antes, en Assen, también lo intentó con Rossi a la llegada de la chicane. Fue la maniobra que luego acabó con el italiano atajando por la tierra, después de que Marc le diera la coartada perfecta para ello por entrar un pelín colado, y con el posterior cruce de declaraciones entre ambos. Y en Silverstone 13, siendo un novato, se jugó la victoria con Lorenzo de nuevo en la última vuelta. Adelantó a su rival a tres curvas del final, pero el mallorquín se la devolvió a dos, con un contundente interior de derechas.
Todas ellas resultaron carrerones para el recuerdo, porque Marc siempre lo intenta y no siempre le sale mal, que conste. ¿Recuerdan Australia 15? Fue aquella pelea en la que ofrecieron un show espectacular Márquez, Lorenzo, Iannone y Rossi, en lo que para muchos fue la carrera de la década. En la última vuelta Marc le recuperó un segundo a Lorenzo, y le superó. Y otras carreras que el del Repsol Honda ganó de manera ajustada fueron Italia 14 (+0.121 Lorenzo), Qatar 14 (+0.259 Rossi) o Brno 13 (+0.313 Pedrosa).
Está visto que un final de carrera apretado con Márquez de por medio es garantía segura de espectáculo. Y eso siendo muchas veces líder de una general de la que se olvida para disfrute de los que vemos las carreras de MotoGP.