El engaño de un rival que pudo costarle la victoria a Toyota
Un piloto espontáneo confundió adrede a Kobayashi en el pit lane y, según su equipo, fue el culpable de que se le quemara el embrague.
3:14.791 en 13.629 metros. Con ese tiempo Kamui Kobayashi asombraba al mundo del motor al dar la vuelta más rápida de la historia en Le Mans el jueves. Y con ese tiempo logró situar al Toyota #7, junto a Mike Conway y Stéphane Sarrazin, en un liderato que mantuvieron hasta pasada la medianoche, cuando llegó la desgracia. Después de haber tenido casi un minuto de ventaja sobre el Porsche #1, al japonés se le paraba su coche con un problema de embrague. Y ahora, se ha conocido que ese fallo pudo estar provocado por un piloto rival.
Una treta, una artimaña o un engaño, como prefieran, pudo acabar con el sueño de Toyota de triunfar por primera vez en La Sarthe y ser el primer fabricante japonés que lo conseguía desde la victoria de Mazda en 1991. Les explicamos por qué. A las 00:33, Kamui entraba en boxes aprovechando un periodo de Safety Car y 36 minutos después abandonaba definitivamente tras rodar muy lento y hacer varios amagos de pararse. Entremedias pasó algo que no se vio y que en el equipo Toyota Gazoo Racing creen que fue el motivo de su retirada.
El japonés estaba detenido al final del pit lane porque el semáforo estaba en rojo cuando un piloto se le acercó haciéndole indicaciones de que saliera a la pista. Kobayashi le hizo caso, quizá al confundirle con un comisario, y arrancó para pararse más adelante porque el semáforo seguía en rojo. Ya no saldría hasta percatarse de que el semáforo estuviera en verde, pero en las varias arrancadas que hizo en medio de la confusión (su equipo le decía por radio que no saliera) quemó un embrague que no está diseñado para hacer salidas tan continuadas.
Así cuenta todo Pascal Vasselon, director técnico del equipo, en 'Sportscar 365': "Es increíble... Alguien vino a decirle, y lo tenemos en un video, '¡vamos, vamos, vamos!' Los pilotos están acostumbrados a que las acciones humanas dominen a las señales. Nosotros le dijimos que se detuviera porque venía la fila de coches del Safety Car y no fue posible. Hubo cierta confusión. Arranca, para, arranca, para... Hizo varias resalidas con el embrague y el motor de combustión y se quemó el embrague porque había sido sometido a una situación que no debió existir".
En el vídeo, que como dice Vasselon, efectivamente existe, se puede ver a un piloto vestido de naranja con los colores del equipo de LMP2 Algarve Pro Racing. "Es frustrante porque teníamos tres coches. Hemos tenido sólo un problema de fiabilidad en todas las carreras con los tres coches. Si fuéramos golpeados por un competidor que tuviera una fiabilidad perfecta, diríamos 'vale, fueron mejores', pero no eran fiables. Así que es frustrante", lamenta Pascal. Sobre todo si perdieron por culpa de la trampa de un rival.