Tras un funesto 2015 en todos los ámbitos, McLaren Honda afrontaba 2016 con la necesidad de dar un paso adelante en todos los aspectos. Las primeras 12 carreras del Mundial 2016 han confirmado que los monoplazas anglo nipones han dejado atrás la pesadilla vivida el año pasado.
Uno de los aspectos que más hizo sufrir a Fernando Alonso y Jenson Button el año pasado fue la escasa fiabilidad demostrada por el MP4-30. Ambos pilotos sobrepasaron con facilidad el límite de cinco propulsores para toda la temporada, recibiendo multitud de sanciones. Este año, la situación es radicalmente distinta, si bien el español y el inglés han empleado ya cuatro motores de combustión para un total de 15.167,052 kilómetros.
Si analizamos individualmente las unidades motrices empleadas por cada piloto de McLaren Honda, podemos observar como Alonso ha recorrido 381.816 kilómetros con su primer motor (Australia), 2.610,277 con el segundo (Bahrein, China, Rusia y España), 3.910,977 con el tercero (Mónaco, Canadá, Europa , Austria, Hungría y Alemania) y 888.488 con el cuarto (Reino Unido).
Por su parte, Button ha dado 1.075,386 kilómetros con su primer propulsor (Australia y Bahrein), 2.578,913 con el segundo (China, Rusia, España y Mónaco), 392.490 con el tercero (Canadá) y 3.328,675 con el cuarto (Europa , Austria, Reino Unido, Hungría y Alemania).
De igual modo, si comparamos el rendimiento de las máquinas japonesas con Mercedes, observamos que Lewis Hamilton y Nico Rosberg han realizado 17.379,759 kilómetros en total, 2.212 más que Honda con dos motores menos.
El británico ha completado 1.378 kilómetros con su primer motor (Australia y Bahrein), 4.076,370 con el segundo (China, Rusia, España, Mónaco, Canadá y Europa) y 2.997,027 con el tercero (Austria, Reino Unido, Hungría y Alemania), mientras que el alemán ha alcanzado la cifra de 3.006,283 kilómetros con su primer propulsor (Australia, Bahrein, China y Rusia), 2.828,684 con el segundo (España, Mónaco, Canadá y Europa) y 2.997,027 con el tercero (Austria, Reino Unido, Hungría y Alemania).
Todavía queda mucho trabajo para que los hombres de Sakura puedan alcanzar el nivel demostrado por los de Brackley, pero el primer paso ya está dado. Y la fórmula, descifrada: 24 horas, 7 días a la semana. Sin descanso.