GP DE ITALIA

“Márquez es el nuevo Rossi pero Valentino sigue estando”

El padre de Valentino, considera “maravilloso” que su hijo vuelva a pelear por el título y asegura que entre él y Márquez “hay una rivalidad total, como ya la hubo con otros”.

—Hemos hablado para el AS casi cada temporada, en las duras y en las maduras de su hijo, así que es de justicia volver a entrevistarle ahora que Valentino es líder de la categoría reina siete años después, ¿no?

—Es justo, claro que sí.

—¿Tenía claro que Valentino volvería a liderar la clasificación general en MotoGP?

—No. De hecho, yo nunca he estado seguro a lo largo de toda la carrera de Valentino que fuera a ser campeón de 125, de 250, de 500 y de MotoGP. De haberlo estado, habría sido presuntuoso. Lo que sí he tenido siempre ha sido una gran fe en él y he esperado a que sucediese para decir que finalmente se había conseguido. Esperé a que ganara su primera carrera de 500, la de Donington en el año 2000, para decirme a mí mismo que finalmente sabía que mi hijo era un piloto fuerte. Hay muchos pilotos a lo largo de la historia que ganan en 125 y 250 que se han quedado en el camino antes de llegar a la excelencia. Mi corazón albergaba el deseo de que fuera campeón de 500 para dar un gran salto de felicidad.

—¿Y qué siente ahora?

—Que ha resurgido también esta vez y que ha vuelto a ser lo suficientemente competitivo para estar entre los tres o cuatro primeros y para volver a ganar. Ahora tiene la posibilidad de ganar y le gusta pensar en el décimo título mundial, pero eso es muy complicado. Hay cuatro, cinco o seis pilotos en disposición de ganar y es un desafío maravilloso.

—¿Si ganase este Mundial sería el más importante de su carrera deportiva?

—No.

—¿Con todo lo que ha sufrido Valentino desde que se rompió aquí la tibia y el peroné en 2010, con la pérdida de liderazgo dentro de Yamaha, el calvario que vivió en Ducati y el regreso a Yamaha con dos primeros años en los que no luchó por el título?

—El Mundial más importante es siempre el próximo y, si gana éste, por qué no pensar en ganar otro. (Se ríe). Pero éste es un discurso que no tiene mucho sentido, porque ganar el Mundial este año es muy difícil, aunque él es uno de los cinco pilotos que puede conseguirlo.

—¿Estar en disposición de ser de nuevo campeón del mundo de la categoría reina es ya un éxito en sí mismo?

—Exacto. Ya es un éxito maravilloso. Sobre todo si pensamos cuando estaba en Ducati, momento en el que era imposible pensar que hoy estaríamos aquí hablando usted y yo de esto. (Sonríe).

—¿Qué ha sido lo más difícil para Valentino a la hora de conseguir volver a pelear por el título?

—La evolución técnica de su pilotaje, mental y físico, cambiando la forma de estar sobre la moto, el estilo de pilotaje, porque ha llegado un Márquez que, indudablemente, ha puesto el listón más alto. Valentino ha tenido que inventarse la forma de encontrar las tres, cuatro o cinco décimas que le faltaban. Lo ha hecho trabajando siempre más, para mantenerse al nivel, probando cada año a mejorar el método de entrenamiento y trabajando un poco más que el anterior. Tiene una voluntad que surge de tanta pasión como tiene por lo que hace y que le da seguridad para conseguir cualquier resultado este año.

—¿Cuál es el rival que más le preocupa a usted de cara a ese posible décimo Mundial de su hijo?

—Marc Márquez es el más fuerte de todos. Lorenzo es muy fuerte, pero Márquez es el que ha subido el listón. Ahora tiene un poco de dificultad en este inicio de campeonato, pero no pensemos que no vaya a ser protagonista este año. A su pregunta le digo que seguramente Márquez, porque es joven, es espectacular, es valiente, es cojonudo (traducción de ‘figo’). Él es el adversario a todos los niveles y no sólo para ganar carreras. Márquez es el capo del paddock, el capo de este deporte.

—¿El nuevo Valentino Rossi?

—Sí, seguro, pero Vale continúa estando.

—¿Cómo vio la acción entre ellos en el GP de Argentina en la que Márquez acabó en el suelo en la lucha por ganar, y las posteriores reacciones? Marc dijo que había sido un lance de carrera, pero dejó claro que había tomado nota para el futuro…

—Hay una rivalidad total entre ellos, como ya la hubo con Max Biaggi, con Sete Gibernau, con Casey Stoner y con Jorge Lorenzo. Es una rivalidad muy importante y ésta con Márquez es la más difícil de todas, por la diferencia de edad: 22 de Marc contra los 36 que tiene Valentino.

—Incluso, casi podría ser hasta su hijo…

—(Se ríe). ¡Pues sí!

—¿Se acuerda en estos momentos de aquellos que decían que su hijo ya estaba acabado?

—Yo he sufrido mucho cuando Valentino se ha hecho daño y empezó un periodo difícil que duró tres años, pero no he sufrido mucho con lo que los periodistas o los aficionados decían de él. El deporte es eso. El deporte te regala emociones que no te da ninguna otra cosa, ni siquiera las mujeres te regalan emociones así. Han sido difíciles los malos momentos, porque hay gente que no te entiende y te parece que no te respetan más, pero ya digo que el deporte es así. Y hay otra cosa, cuando eres importante y no estás bien, los enemigos disparan más contra ti. Valentino ha tenido la suerte de contar siempre con una gran cantidad de aficionados de su parte, incluso cuando ha fallado y en los momentos difíciles, pero sientes en ciertos momentos que una palabra fea vale como diez bonitas y te crees que todos están contra ti.

—¿Sería capaz de subirse a un avión si Valentino tiene la posibilidad de conseguir el décimo título de campeón del mundo en el GP de Malaisia?

—(Se ríe). Yo le esperaría en casa, en Tavullia. Las carreras de Europa las veo en el hospitality de Yamaha y las de fuera en mi casa.

—¿Por qué nunca se deja ver a pie de podio cuando acaba una carrera?

—Cuando termina la carrera soy muy feliz y el resto no importa. (Más sonrisas).

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