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Rallys todo terreno

Esteve: “El Dakar está más cerca para mí, ese es el objetivo final”

Isidre Esteve renueva su mayor sueño tras un año 2014 histórico en el que ha firmado el mejor resultado de un piloto parapléjico en un Nacional, segundo en TT.

Esteve y su copiloto Villalobos junto al Polaris Ranger con el que han hecho historia.

Da igual el reto. Da igual si hay que pelear contra el crono, contra los rivales, sobre dos o cuatro ruedas. Isidre Esteve y la superación van de la mano y el Campeonato de España de Rallys Todo Terreno es la mejor muestra de ello. El catalán ha cerrado 2014 con el subcampeonato absoluto, el mejor resultado de la historia para un piloto parapléjico. “Estamos muy contentos por haber sido competitivos, por mezclarnos en la lucha de delante con Rubén Gracia (campeón), Santiago Guridi, Josep María Servià, con otros muchos pilotos... Este 2014 me deja un gran sabor de boca”, comenta el piloto del equipo KH-7 Polaris.

Un tercer lugar en el Rally TT de Guadalajara certificó ese subcampeonato. Lo hizo con un Polaris Ranger RZR XP1000. “Es más largo que el de 2013, mejoramos los mandos de la adaptación, los frenos y el equipo técnico de las carreras, con Chema (Villalobos), mi copiloto, y dos mecánicos más”, puntualiza Isidre. Hay que imaginarle tratando de conciliar el sueño tras un éxito de ese calibre. ¿En qué pensaría? “Isidre, cuando se acuesta por la noche, dice: el Dakar está más cerca. Ese es el objetivo final. Y es gratificante que la discapacidad no nos haga pilotar en categorías distintas. Yo tengo los mismos problemas, debo estar igual de concentrado que los demás pilotos y gracias a esas ayudas tecnológicas que suplen, en este caso, a las piernas, puedo disfrutar de ese deporte, que es mi vida”, aclara.

Además de acercarse a ese sueño, el Dakar, donde compitió diez años en motos y uno en coches (tras el accidente de 2007 que le produjo la lesión medular que le dejó en silla de ruedas), Isidre intenta mejorar su vida en competición y la vida real de muchos discapacitados. Por ejemplo, con el cojín inteligente. “Fui al Dakar 2009, un año después de lesionarme, y volví con dos úlceras por presión que durante año y medio me tuvieron tumbado en casa o en el hospital para recuperarme. Los médicos me aconsejaron no estar más de ocho horas sentado y todo lo vi muy negro. Hasta que un día Josep María Lloreda (dueño de KH-7 Lloreda) me dijo ‘bueno, Isidre, ¿pero cómo no vuelves a competir?’. Y así empezó el proyecto del cojín, que me da la tranquilidad de preocuparme sólo en ser competitivo, no en si mi piel va a estar bien tras ocho horas. Queremos comercializarlo a través de una empresa social unida a la Fundación Isidre Esteve, con centro especial de trabajo donde las personas que ensamblen el cojín sean discapacitados físicos. Que eso me permita volver a pensar en el Dakar, es un sueño. Y se puede tocar”, comenta. El Dakar que arranca en unos días lo seguirá por televisión. ¿El de 2016? Ya saben lo de Isidre y los retos...