Ganar en Monza parece una auténtica utopía para Ferrari

Fue una de esas veces en las que Fernando Alonso estuvo a punto de llorar de alegría. Monza 2010. El asturiano venía de abandonar en Spa y al llegar al circuito italiano comprobó que pilotar aquí para Ferrari es otra cosa. Pole y victoria. La número 18 para la Scuderia. A partir de ahí otros tres podios más para el español, siempre entre los mejores en los últimos años. Esta vez ese objetivo, lograr la victoria número 19 en casa, parece una auténtica utopía para Ferrari.

La razón fundamental es que el monoplaza rojo carece de las dos principales virtudes que se necesitan en este trazado: velocidad punta y capacidad de tracción. A pesar de todo, ayer, en los libres, fue el único equipo que se situó a la estela de la todopoderosa Mercedes, con Raikkonen tercero y Alonso cuarto. Y en unos entrenamientos libres con ciertos problemas a la hora de jugar con la cantidad de gasolina que provocó que el doble campeón español rodase menos de lo previsto.

Mientras, en la escudería de la estrella también sufrieron, sobre todo Lewis Hamilton, que se perdió casi una hora de la segunda sesión y vio como su compañero Nico Rosberg terminaba con el mejor registro del FP2 después de que él mandase en los primeros libres. Por detrás, un grupo con Williams, sobre todo, McLaren y Red Bull, luchando con los Ferrari por un puesto en el podio. Bottas es el que más opciones tiene de repetir. Mientras, en Ferrari siguen buscando la competitividad perdida. También en Monza.