MOTOCICLISMO

Pol prueba con un monoplaza en Montmeló y se estrella

Pol perdió el control del monoplaza y se estrelló contra el muro de contención. Espargaró, satisfecho con la experiencia, y por ahora no repetirá.

Actualizado a
Rodolfo Molina

El piloto barcelonés Pol Espargaró, campeón mundial de Moto2, ha comprobado esta mañana en el circuito de Catalunya en Montmeló (Barcelona) que pilotar un monoplaza de las World Series es muy distinto que hacerlo en una moto. Cuando llevaba poco más de cuatro vueltas ha perdido el control del coche y se ha estrellado lateralmente en el muro de protección del recorrido.

El motivo de que el piloto se pusiera al volante de un coche era la apuesta hecha con su jefe de equipo, el ex piloto 'Sito' Pons, que también tiene un equipo, el Pons Racing en las World Series.

Pol llegó al circuito al volante de su Audi R8 blanco y transmitió su ilusión: "Esto es algo completamente nuevo para mí y que no he hecho nunca. Tenía muchas ganas de hacerlo y de probar un monoplaza. Será una experiencia nueva y quiero tomármelo con calma, aunque es muy importante para mí".

El año próximo pilotará una moto de 1.000 centímetros cúbicos y 230 caballos y hoy se probaba con un monoplaza de 3500 c.c. y 530 caballos. "Esto es una verdadera 'bomba' y le tengo muchísimo respeto. Sólo ver lo grande, lo ancho y lo largo que es el monoplaza ya te hacer sentir ese respeto, pero vengo a disfrutar, pasarlo bien y dar algunas vueltas. Y veremos lo que pasa el año próximo con la moto GP".

Recibió algunas instrucciones del piloto Albert Costa y del manager del equipo Pons Racing, Jordi Pons, y bajo la atenta mirada de su madre Ana, su novia Carlota, su hermano mayor Aleix y un gran número de medios de comunicación salió para realizar un test de 12 a 14 vueltas. Todo fue bien hasta mediada la quinta en que el coche impactó con el muro de protección de la pista.

Pol, que llegó en el coche de servicio del circuito, se llevó un gran susto: "Estoy tan blanco como el mono que llevo puesto. Aún no sé lo que ha pasado. He frenado mucho, he acelerado mucho; esto es algo muy espectacular".

"He acelerado, he hecho un trompo y he ido justo a tocar el muro y allí me he quedado. He intentado no dar de lleno y he golpeado con el lado izquierdo. Esto no lo cambio por las motos porque conducir un coche de estos es muy difícil y totalmente diferente a pilotar una moto. El coche acelera mucho, frena muy fuerte, y la sensación en el paso por las curvas es muy 'bestia', he visto el muro muy cerca y no he sabido como salir de ahí, se me acumuló el trabajo y no pude responder. Solamente me repetía a mi mismo: "Que no toque la pared, que no toque la pared". La verdad es que me he cagado", ha reconocido el joven piloto.

Aún así, Pol se mostró encantado con la experiencia: "La sensación del pilotaje es muy diferente a la de una moto, pero también muy grata aunque, por ahora no voy a repetirlo".

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