La despedida del piloto de Sant Fruitós
Carlos Checa: "Siendo honesto, no tenía ni la energía ni la ilusión"
Checa, que ha decidido poner fin a su carrera deportiva pese a las ofertas de Aprilia o Kawasaki, guarda especial cariño a la Ducati de 2011, con la que ganó el título de SBK.
Queríamos hablar con usted, sólo unos minutos...
Tranquilo, tengo tiempo. ¡Me he retirado hace poco!
El pasado martes cumplió 41 años y dijo basta. ¿Por qué?
No me retiro por cumplir 41, no es por el paso del tiempo. La idea viene ya del año pasado, cuando acabé la temporada algo cansado, con la intención quizá de poner fin a mi carrera. Ducati insistió en continuar con la nueva Panigale, un proyecto que me ilusionaba en lo técnico. Pero ha sido un año muy duro y encima me he hecho daño. La situación invitaba a dejarlo. Siendo honesto, ya no tenía la energía ni la ilusión, no para seguir corriendo, sino para luchar por un título.
Empezó el año con aquello de que tenía que domar la Panigale, pero el potro no se ha dejado...
La clave es que a las cuatro cilindros les permiten una serie de cambios y una potencia de 240 CV. Nuestra moto, por ser bicilíndrica y tener 1.200cc, llega a 210 CV. Y eso es el 80% del problema. Luchar así por el título es imposible.
Tenía dos ofertas para 2014 una era Kawasaki, ¿y la otra?
Aprilia, con la estructura del Althea Racing con el que gané el Mundial 2011. En este momento, o vas con Aprilia o con Kawasaki, no hay más. Kawasaki es el mejor equipo y han puesto la moto a un nivel tremendo. Me ilusionaba, pero vino el accidente y se disipó esa idea.
Es cierto, centrado en la entrevista y en su adiós se me olvidaba preguntarle por la cadera. ¿Cómo está?
La intervención fue un éxito. Me quedan tres semanas más con muletas y espero estar andando, esquiando y haciendo lo que me gusta muy pronto.
Es un lunes diferente, ya sin competición, ¿cómo lo lleva un apasionado a las dos ruedas? Incluso su padre tuvo un accidente de moto al ir a la clínica a verle cuando nació. ¿Leyenda urbana?
Es cierto, pero mi padre iba en moto porque la necesitaba para ir al trabajo. Yo empecé a ir en moto muy tarde; en mi casa no había, sólo había animales.
Otro tipo de caballos...
Era un payés, así que hablamos de gallinas, cerdos, de todo un poco. Pero motos había pocas. Con motor, el tractor y nada más. En el Mundial debuté muy tarde, ya con 21 años, y empecé a ir en moto a los 14, en un scooter por aquí por el pueblo, haciendo el indio. A los 15 mi abuelo me compró una de motocross, después la de 80cc, en el Campeonato de Cataluña, en el de España, que gané en el 91. Luego 125cc, wild card en Barcelona y así llegué al Mundial.
Si le menciono Montmeló 96 (su primera victoria en el Mundial), ¿qué se le viene a la cabeza?
Una gran emoción, luego aquel abrazo al Rey, creo que se acuerda todo el mundo de aquella anécdota. Era una emoción inconsciente, de ahí mi espontaneidad. Inolvidable aunque haya pasado tanto tiempo.
Tanto ha pasado que su segunda victoria llegó en el 98 en el circuito del Jarama, donde ya ni se corre.
¡Sí, somos mayores, sí! El Jarama me encantaba, para mí es uno de los mejores circuitos que ha habido nunca. Es una lástima que se haya quedado obsoleto. Si se pudiera hacer un Jarama multiplicado por dos, como haces ahora con los smartphone en que amplias la imagen con los dedos, sería increíble. Me gusta la pista, la subida a Bugatti, las eses que había antes, todas esas curvas, muy diferentes y divertidas.
En su carrera ha pilotado para Honda, Yamaha y Ducati. ¿Qué es lo mejor de cada una de ellas?
En la que me he sentido mejor, como si fuera un guante, es en la Ducati con la que gané el Mundial de SBK en 2011. La moto un poco más salvaje, en la que tenías que ir con más tacto, quizá también por mi inexperiencia entonces, fue la 500cc, la Honda y después la Yamaha. Con la Honda dos tiempos me encontré más a gusto que con la Yamaha; cuando pasamos a 4T, ya fue con Yamaha y con Ducati, y tengo muy buen recuerdo de las dos. Con Honda, la 4T ya no, cogí la 800cc aquélla que puedo decir que era de las peores, si no la peor.
Ha sido compañero de la Santísima Trinidad italiana: Rossi, Biaggi y Capirossi...
Y de Melandri también...
¿Cómo recuerda a cada uno?
Con Vale coincidí quizá en su año más completo, llegó cuando Yamaha puso dinero y tecnología. Marcó la diferencia. Con Biaggi fue más difícil, convivir con él en el box no es fácil. Pero tenemos buena relación. Y con Capirossi fue un año en Ducati en el que evolucionamos la moto; es bastante próximo.
Tenemos que hablar de Donington 98, del accidente en el que le extirparon el bazo. ¿Le duele aún mirar hacia allí?
Trato de sacar la lectura positiva. Cuando estoy en problemas pienso en Donington y me digo que eso sí que es un problema. Me sirve como reflexión y para ver las cosas con otra perspectiva.
¿Su circuito ideal?
Laguna Seca. Por el trazado, es divertido. Y muy diferente. ¡Es una pista de motocross asfaltada! Es un circuito muy adrenalínico.
Algunos se empeñan en hacer el 'Sacacorchos' mucho más fácil y trazarlo recto...
Lo de Márquez fue increíble. Hacerle eso a Rossi allí, no sé qué más puede llegar a hacer. Aunque eso en otra pista sería una sanción. Pero no castigaron en su día a Rossi, así que
¿También usted vibra con Márquez?
Está sorprendiendo a todos. Incluso a los que estamos ahí dentro, que sabemos lo que es llevar una moto al límite.
¿Su mejor adelantamiento, su mejor carrera?
Tengo buenos recuerdos de 2011, cuando fui campeón de SBK, también de Montmeló 95. Era mi cuarta carrera en 500cc y pasé a un montón de rivales, a Crivillé, Doohan, Beattie... Aunque después me caí. También en Brasil, cuando salí último en mojado, las luchas con Biaggi o Melandri en SBK. O las carreras en Miller, pasaba por donde me parecía y siempre ganaba.
Sykes ganó el título de SBK el fin de semana en Jerez. ¿Quién será campeón en 2014? ¿Quizá Elías?
En pocas carreras Toni se ha adaptado y ha estado cerca del podio en Jerez. Con un poco de tiempo puede luchar por ganar, siempre y cuando esté en Aprilia o Kawasaki. BMW se sale oficialmente y Ducati seguirá con el problema de la potencia. Con ese panorama, veo a Sykes con la Kawasaki y a Melandri con la Aprilia como favoritos.
Gracias y una última pregunta: ¿qué le agradece al motociclismo?
Me tiraría un día entero dando las gracias. Estoy agradecido a todos: equipos, fabricantes, amigos, mánagers, afición, Prensa... Siempre intenté ser honesto conmigo mismo y con los demás, darlo todo. Y en ese proceso me he hecho mejor.