GP DE SAN MARINO | MOTOGP
Jorge Lorenzo vence al estilo de su buen amigo Wayne Rainey
El campeón no dio opción con una escapada de salida y que le permitió vivir ajeno a las peleas para ser segundo de Márquez con Rossi y Pedrosa, que completó el triplete.
Lorenzo les ganó en dos vueltas. La sentencia es de una leyenda, Agostini, presente en Misano para ver la sexta victoria consecutiva del español en suelo italiano (tres en Mugello y otras tantas en el Marco Simoncelli). No le faltaba razón al quince veces campeón del mundo porque, de los 3.3 segundos de renta con los que el mallorquín ganó, el primero lo amasó en la primera vuelta, tras otra salida supersónica, y al pasar por meta por segunda vez estaba ya casi en los dos de margen. De ahí a meta siguió tirando, para alcanzar una ventaja máxima de 4.2 y que reguló camino de su quinto triunfo del año.
Él decía que sus posibilidades de título pasaban por ganar en Misano y Alcañiz, así que una parte del órdago está ganado, y no era fácil, porque Márquez había metido miedo en el cuerpo a más de uno con su estratosférica pole. Para Lorenzo todo pasaba por hacer una salida como la que hizo y tirar a muerte. En menos palabras, una carrera a lo Rainey, buen amigo suyo y justamente en el escenario en el que el californiano quedó en silla de ruedas hace veinte años.
A sus aspiraciones de título habría ayudado que Pedrosa o Rossi frenaran a Márquez, pero fueron un juguete en sus manos. Y eso que les dio ventaja con un par de errores. Primero, hubo de abrirse para no impactar con Dani. Después, sufrió una colada con la que le cedió una plaza a Valentino. Pero volvió al asfalto, dio caza al italiano y le pasó con tal determinación que provocó que fuera su víctima el que pareciera un novato. Ya con Pedrosa, se pasó y repasó tres veces hasta que le dejó clavado, para seguir líder. Ahora tiene 34 puntos sobre Lorenzo y Pedrosa, que van empatados, y eso significa que con hacer segundo en las cinco carreras que quedan sería campeón, pero advierte que irá a ganar.