La intrahistoria
Diez años de los primeros 'pajaritos' de Fernando Alonso
El piloto asturiano logró su primera victoria en el Mundial de Fórmula 1 en Hungría 2003. "Recuerdo que mis padres ya se daban por satisfechos con eso", comenta Alonso.
Fue la primera vez que al pasar la meta se acordó de su abuela. Levantó los dos dedos índices, apretó los puños, pero pronto hizo ese gesto de los pajaritos. "En teoría, viene de cuando yo era pequeño. Al llegar del colegio veía una serie que se llama 'El Chavo del Ocho', que decía con la mano: "Eso, eso, eso, eso". Y cuando gané mi primera carrera, y mi abuela me vio, ya eran los pajaritos. También era algo como para que hablen todos los que tengan que hablar ahora, pero sobre todo por mi abuela. Le había prometido que ganaría esa carrera y así lo hice". María Luisa Martínez López falleció en Oviedo a los 78 años en 2009 y vio a su nieto del alma ganar unas cuantas carreras y dos títulos mundiales. De aquel momento, de ese 24 de agosto de 2003 en el que todos fuimos felices, está a punto de hacer diez años y esas son las veces que Alonso ha regresado a Hungaroring en un gran premio en el que le han pasado muchas cosas.
Entonces Fernando tenía 22 años, 26 días y la frescura del que llega con el alma cargada de ilusiones para comerse el mundo de dos bocados, ahora está a punto de cumplir 32, ha hecho ya la digestión, pero le queda universo por conquistar. Ese día Alonso partía desde la pole, hizo una buena salida y mantuvo un ritmo espectacular que le valió para doblar a Michael Schumacher y su Ferrari de cuentos. Y ganar la carrera con 17 segundos sobre Kimi Raikkonen y 34 respecto a Juan Pablo Montoya. Los tres habían debutado el mismo día en Australia en 2001.
Ayer Alonso no podía dejar de sonreír cuando le preguntaron por estos diez años: "Fue un momento inolvidable, histórico, era la primera vez que un español ganaba una carrera de Fórmula 1 y se vivió de una manera muy intensa, recuerdo que mis padres ya se daban por satisfechos con eso. Y recuerdo también el viaje que tuvimos que hacer a Polonia, por un evento con un patrocinador, lo lógico hubiera sido volver corriendo a España para celebrarlo con la familia, con los amigos, pero lo que más recuerdo fue eso, que nos tuvimos que ir a Polonia, con Trulli y Briatore, ese es el recuerdo mayor que tengo por lo sorprendente. A Polonia nos tuvimos que ir". Mildseven, entonces patrocinador de Renault, exigió al debutante en la victoria aquel viaje. También se acordó de la escudería con la que ha vividos sus mayores momentos de gloria: "Fue algo muy importante también para Renault porque habían arriesgado mucho con el concepto de motor y esa victoria les vino a dar la razón y lo que vino después. Fue muy bonito". Lo que vino después fue teñir un país de azul, convertir un deporte de unos pocos en el debate de todas las barras de bar y poner a millones de personas ante la tele o a leer los periódicos con avidez, eso y más vino después. Pero ninguna victoria más en Hungría. Eso sí, una carrera increíble bajo la lluvia en 2006, batalla con Hamilton en McLaren y Dennis haciendo de Ron, algún podio que otro... y quizá el inicio de una remontada. Se ha traído a sus padres. Quizá vuelva a hacer los pajaritos.