Tres oros paralímpicos, nuevo reto de Zanardi

Alessandro Zanardi afirma que es afortunado porque ha vivido dos veces. La primera comenzó el 23 de octubre de 1966 en Bolonia en el seno de una familia de clase media formada por su padre, Dino, fontanero, su madre, Anna, modista, y su hermana mayor, Cristina, gran promesa de la natación italiana fallecida en un accidente con 15 años. La segunda se inició en el hospital Marzahn de Berlín el 19 de septiembre de 2001. Tras cuatro días en coma por una brutal colisión en Lausitzring en la que perdió las dos piernas al ser arrollado a 330 km/h, Zanardi despertó y le dijo a su mujer, Daniela: "Estoy vivo, encontraré un camino para ilusionarme". Y así hizo.

A los dos meses ya conducía un BMW adaptado para ir y volver de Bolonia a Mónaco a visitar al doctor Costa, creador de la idea de 'Clinica Mobile' y médico de MotoGP. "Entendí que cuando te pasa algo malo, no eres el único. Por eso miro lo positivo, aún puedo mantener a mi hijo y si ajusto mis piernas nuevas logro la altura óptima para jugar al billar", afirmó tras estrenar sus prótesis.

Era el momento de elegir retos, pero a este bicampeón de la CART y con 44 GGPP de F-1 disputados no le valía con conducir un coche de calle o montar en moto. Quería competir. Lo logró en 2005 al participar en el Mundial de Turismos con un BMW 320si con acelerador y freno en el volante y una particularidad a petición suya. El pedal del freno estaba en el lado derecho y sobre él se fabricó una suela de silicona ajustable donde ponía el pie que quedaba atado al pedal. Así, haciendo una fuerza casi inhumana con la cadera, controlaba las frenadas. Logró cuatro victorias. Y en 2006 se convirtió en el primer discapacitado en pilotar un F-1, un BMW Sauber en Valencia.

La última hazaña nació en 2007. Un directivo de su patrocinador, Barilla, le comentó que sólo un loco haría una maratón. Alex, tozudo como refleja la piña que lleva pintada en su casco, aceptó el desafío, era otro reto diferente. Ese año disputó la de Nueva York, en la modalidad de handbike. Fue 4º. Tras ésa, Venecia, Roma y, de nuevo, Nueva York, el pasado noviembre. Todos los saldó con triunfo.

Hoy inicia otro sueño, el de los Juegos Paralímpicos de Londres, con la contrarreloj de handbike en categoría H4. El viernes participará en la misma prueba, pero en ruta; y el sábado hará lo propio en el relevo mixto en H1-4. Y por si le falta motivación se disputan en Brands Hatch, circuito donde fue 2º en 1991 en la F3000 y tercero en el WTCC en 2008. Zanardi sufrió una tremenda desgracia en 2001, pero su tenacidad, esfuerzo, optimismo y trabajo le han regalado experiencias que no habría tenido sin la discapacidad. ¿Y si pudiera volver atrás?: "Si un mago me ofreciera devolverme las piernas sin saber lo que viviría estos años, lo pensaría varias veces". Un fenómeno.