Alonso regala orgullo en Alemania con otra pole

Se nota. No es demasiado perceptible, pero se ve que la cosa ha cambiado. La mirada hacia el español en esta tierra a la que emigramos una vez vuelve a ser de cierta pena, ésa que sin decir nada advierte de tantas cosas. Una media sonrisa. Estos días en que nuestro país aparece en los noticieros de la televisión alemana porque volvemos a salir a la calle, en que el riesgo de la prima es tan grande, en que la crisis económica es la protagonista hasta de las charlas entre los que se encuentran por el deporte, estos días debe ser bonito vivir en la piel de Fernando Alonso.

El doble campeón español, el mejor piloto de la actualidad sin duda, saldrá hoy primero a la carrera del GP de Alemania por delante de dos genios alemanes, el vigente campeón, Sebastian Vettel, y el dominador de todas las estadísticas que hay y habrá, Michael Schumacher. No sirve de mucho, es la alegría del pobre, lo que ustedes quieran, pero ¿qué les voy a decir? La verdad es que después de ver a este asturiano sonreír bajo la lluvia uno se siente un poco más feliz de haber nacido en ese país del sur de Europa llamado España. Quien haya leído la historia de Nelson Mandela y el campeonato de rugby en Sudáfrica en el genial libro de John Carlin, 'El factor humano', sabrá hasta qué punto existe el poder del deporte. El otro día fue la Selección de fútbol, ayer Alonso, ¿hoy?

Lo cierto es que las cosas están más complicadas para esta carrera en Alemania. Porque en lluvia Fernando ha demostrado que es capaz de llevar el coche más allá del límite y conseguir una pole con más de cuatro décimas sobre Vettel con su Red Bull volador. Pero para la carrera de hoy se espera tiempo seco y ahí el Ferrari puede volver a mostrar sus carencias.

En la calificación, vista a pie del trazado de Hockenheim, en las curvas del estadio, se podía ver cómo Alonso iba más lejos que el resto, frenaba más tarde, arriesgaba en cada esquina a pesar de que al otro lado había carteristas dispuestos a dejarle sin nada. El aquaplaning era tan real que muchos acabaron en la grava, en la hierba. Pero no Fernando. Cuando más llovió, cuando la situación exigió los neumáticos Pirelli de lluvia extrema, esos Cinturato que secan los charcos, Alonso dejó atrás a los especialistas alemanes.

El primero, Vettel, un piloto tremendo que toca el violín en las curvas rápidas; el segundo, Schumacher, que renace cuando el piso está mojado. El Kaiser casi se queda fuera en la Q1 y al final fue cuarto, pero sale tercero en parrilla por la sanción de cinco posiciones por cambiar la caja de cambios a Mark Webber.

¿Peligros para la carrera? Primero: Sebastian Vettel y su ritmo con el Red Bull. Segundo: Si el gran premio se disputa sin lluvia, Lewis Hamilton fue ayer segundo en los libres 3, tras Alonso, con los medios. Tercero: Kimi Raikkonen voló en la Q1 en seco con su Lotus galáctico. Pero no hay que olvidar que primero sale Alonso, regalando orgullo...