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Fórmula 1 | Actualidad

Red Bull no cede ni en el test de jóvenes

El francés Vergne marcó el mejor registro del primer día, por delante de Bianchi, con el Ferrari. Clos rodó con el HRT y acabó duodécimo.

R. R.
<b>PRIMER DÍA. </b>Dani Clos probó ayer el HRT en el asfalto de Yas Marina, en Abu Dhabi.

Nadie puede dudar del descomunal talento de Sebastian Vettel, de la calidad que le ha convertido en el bicampeón más precoz de la historia de la Fórmula 1. Pero tampoco hay que hacerlo de la enorme aportación que la genialidad de Adrian Newey tiene el éxito del proyecto de Red Bull, diseñando un coche claramente superior al resto de la parrilla.

Y para refrendar que ese RB7 es capaz de volar en casi cualquier circunstancia, ahí está Jean-Eric Vergne marcando el mejor tiempo en el primer día de test de jóvenes pilotos en Abu Dhabi. El francés endosó nada menos que nueve décimas al siguiente, Jules Bianchi, con el Ferrari... sin considerar que los demás, ya desde el tercer puesto de Wickens (con un Renault como ganador de las World Series), se quedaron como mínimo a dos segundos del piloto de Red Bull.

Ésa, y no otra, es la superioridad del monoplaza de la bebida energética, la medida de una base mecánica que marca diferencias en manos de quien se encuentre. Completó 83 vueltas y logró el mejor registro tanto en la sesión matinal (1:40.011) como en la vespertina (1:40.707) y tan sólo su compatriota vestido de rojo fue capaz de parar su tiempo en ese mismo segundo... y por los pelos (1:40.960). En fin, que ese coche da siempre miedo...

El resto de los participantes en este primer día de pruebas, hasta doce más, en una horquilla entre dos y siete segundos por detrás de este poleman eventual. Y entre ellos, el español Dani Clos, que tuvo su oportunidad con el HRT. Su actividad en pista se concretó en 68 vueltas, con un mejor tiempo absoluto de 1:45.329, el duodécimo de la jornada. El catalán hizo pruebas aerodinámicas y de neumáticos por la mañana, para seguir con ajustes de suspensiones y más compuestos por la tarde.

Su balance fue positivo: "Estoy satisfecho de cómo han ido las cosas. Lo primero era adaptarme al coche, llevaba tres años sin pilotar un F-1 y el salto desde la GP2 es importante. El entendimiento con el equipo ha sido bueno y creo que yo podría estar a buen nivel en los grandes premios. Espero que hayamos sentado una buena base para el futuro".